Raúl, tras los pasos de Pelé, Neeskens o Beckenbauer

Quizá el mejor equipo de fútbol de los Estados Unidos entre finales de los 70 y principios de los 80, cuando aún no existía la MLS, el NY Cosmos desapareció de la primera fila deportiva en 1985, tras ver vestir su camiseta a Pelé, Neeskens, Carlos Alberto, Romerito, Cabañas o Beckenbauer.

Recomprado en 2013 por el empresario británico Seamus O’Brien (fundador y máximo ejecutivo de World Sport Group, una de las mayores empresas de marketing y media de Asia), el equipo juega en la NASL, una especie de segunda división, y cuenta entre sus filas con el campeón de Europa Marcos Senna y el canario Ayoze. “Analizamos la oportunidad de negocio de la MLS, pero hoy por hoy, para nosotros es mejor la NASL. Queremos gestionar nuestra propia marca, nuestros derechos y los de nuestros jugadores”, zanja O’Brien, en referencia al control que ejerce la Major League Soccer sobre cuestiones como estructuras, tope salarial o la venta conjunta de derechos televisivos…

Además de O’Brien, cuenta el Cosmos con un inversor saudí (Sela Sports, un grupo empresarial dedicado también al márketing deportivo) y, casualmente, con la esponsorización de Emirates, como el Real Madrid. Así las cosas, como los blancos, el Cosmos luce Fly Emirates en su camiseta. Aunque la del Cosmos es, evidentemente, mucho más barata (un millón por temporada, por los 24 que recibe el Madrid).

Tercero en la NASL tras Minnesota y San Antonio, el Cosmos juega sus partidos en el Shuart Stadium, de la Universidad de Hofstra (Long Island), con capacidad para poco más de 11.000 espectadores. O’Brien negocia con las autoridades de Nueva York la construcción de un estadio propio con 25.000 asientos y un presupuesto de 400 millones de dólares.