CHELSEA 2 - ARSENAL 0
Hazard y Diego Costa dirigen el baño del Chelsea al Arsenal
El equipo de Mourinho fue muy superior. El belga preparó el triunfo con un jugadón que terminó en penalti transformado por el mismo. El ariete remató a los de Wenger.
El Chelsea se llevó el derbi de Londres ante el Arsenal para extender su imbatibilidad en la Premier League tras siete jornadas disputadas y confirmar su favoritismo al título. Hazard adelantó a los de Mourinho en la primera mitad y Diego Costa mató el partido a falta de 10 minutos en otra exhibición de recursos de los de Mourinho, tan cómodos con el esmoquin de gala como con el buzo de obrero. Así, tras seis victorias y un solo empate, lideran la Premier League con cinco puntos de ventaja sobre el Manchester City y nueve sobre su vecino gunner.
El encuentro tuvo todo lo que se esperada de un derbi. Goles, pasión, trifulca y detalles del mago Hazard. Solo sobró la lesión de Courtois, obligado a retirarse antes de tiempo tras un choque de trenes con Alexis Sánchez. Por partes. Tras los preliminares de tanteo entre ambos equipos, Cahill encendió la mecha con una entrada de amarilla, casi naranja sobre el delantero chileno. Wenger reclamó la roja, Mourinho le recriminó y el francés se lanzó a por el portugués como dos críos en el patio de un colegio.
El cuarto arbitro hizo de profesor y evitó la pelea, pero el partido abandonó entonces la fase previa para meterse en harina. Hubo, no obstante, más pasión que fútbol, más táctica que toque. Y en esa partida de ajedrez en la que se convirtió el duelo, Hazard deshizo las tablas con una de sus ya clásicas jugadas maestra. Salió de la banda, agarró el balón en el medio del campo y se tiró montaña abajo cual esquiador, driblando rivales a su paso como si fueran banderines hasta que ya en el área, Koscielny le paró los pies. Penalti claro y jaque mate del belga, tan exquisito en la jugada previa como en la definición del penalti, engañando al meta con un toque sutil pegado al palo derecho.
El Arsenal no se achicó con el gol. Siguió presionando arriba y buscando un resquicio en la muralla blue. Wilshere desperdicio un par de buenas ocasiones mientras Welbeck lo intentó de mil maneras, por la banda y por el centro, siempre sin resultado.
A partir de una defensa de hierro y un Fábregas omnipresente en labores de contención, el Chelsea fue creciéndose y buscó matar el partido al contragolpe. Hazard continuó la clase de magia en tres cuartos del campo y mereció un segundo tanto. No obstante, fue al final la escuela de Mourinho la que se impuso, con el 2-0 de Diego Costa en el minuto 78. Balonazo largo y medido de Fábregas desde la defensa, control de pecho orientado del delantero español para irse de los centrales gunners y definición de vaselina ante Szczesny. Imparable. Era la primera ocasión que tenía Costa en el partido, bien amarrado hasta entonces por la zaga rival, y la aprovechó para matar el duelo y sumar su noveno gol en siete partidos de Premier League.