NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

SEVILLA 2 - FEYENOORD 0

Deulofeu y la pizarra de Emery acaban con el Feyenoord

El canterano del Barça, en su debut como titular, dio las asistencias de gol en dos balones parados a Krychowiak y Mbia. Poco Feyenoord en Sevilla.

Actualizado a
Deulofeu y la pizarra de Emery acaban con el Feyenoord
ATLAS

En Barcelona fabricaron muy pronto el término Deuloshow para relatar las proezas futbolísticas que muchos le han visto a Gerard Deulofeu desde los nueve años, cuando ingresó en La Masia. En su debut como titular en competición oficial con el Sevilla, el gerundense dio las dos asistencias de los goles del actual campeón al Feyenoord, del que no hay rastro de la grandeza que arrastra su nombre. Dos golpeos prodigiosos al dictado de la pizarra de Emery que remataron Krychowiak con el alma y Mbia con la misma cabeza afeitada y brillante que estampó el balón en Mestalla hace unos meses.

Deulofeu, decimos, dejó esas dos perlas y otra sucesión de bicicletas muy televisivas, pero no pudo evitar murmullos en el Sánchez Pizjuán por individualismo de más y algún reproche de sus compañeros, en especial Reyes. He ahí la contradicción de un jugador con un talento especial que no deja indiferente a nadie pero con serios defectos de individualismo y anarquía táctica que dejan alguna duda. Habrá que estar atento a su progresión con Emery, uno de los mejores entrenadores posibles para modelar sus momentos de dispersión. Aun así, fue indiscutible su protagonismo en el debut del Sevilla, que tuvo una puesta en escena arrolladora. Con un dibujo distinto a la Liga y un estilo más desenfadado, lógico si se atiende a las debilidades defensivas del rival (perdió a Janmaat, Martins Indi y De Vrij este mismo verano), fue un huracán los primeros diez minutos. Luego vivió de las rentas y la aparición de Mbia, otro futbolista con lagunas pero con una complicidad muy especial con la afición, que pidió su regreso y se enciende con sus histrionismos y, por supuesto, sus detalles de buen jugador. El Feyenoord, en fin, no le duró un asalto al campeón, que empezó la competición transmitiendo seguridad y alternativas. A Emery, además, se le acumulan las buenas noticias. Sus dos versiones, la del mono de trabajo de la Liga y ésta, algo más lúdica y que lo hace pasar bien a la afición, funcionan. Es de suponer que el asunto acabará en un híbrido de garantías. A primera vista, el Sevilla presenta garantías futbolísticas y fondo de armario. Si el fútbol tuviera lógica, un seguro de temporada feliz.