PORTUGAL
Investigan al Oporto por presunto fraude fiscal en 2004
El foco de la investigación se centra en las ventas de Ricardo Carvalho y Paulo Ferreira al Chelsea por 50 millones de euros y la compra de Seitaridis.
Las autoridades portuguesas investigan algunas de las ventas y fichajes realizados por el Oporto en 2004 por un supuesto fraude fiscal, un caso con ramificaciones que llegan incluso hasta Suiza.
Fuentes del Ministerio Público portugués confirmaron a Efe la existencia de esta investigación, aunque no aportaron detalles debido a que se encuentra bajo secreto de sumario.
Medios portugueses apuntan a las ventas de Ricardo Carvalho y de Paulo Ferreira al Chelsea, que supusieron un encaje de 50 millones de euros, y a la compra del griego Yourkas Seitaridis por 3 millones de euros, como el foco de las pesquisas.
En causa estarían las elevadas comisiones pagadas por el club en las tres operaciones y su destino, ya que la Policía Judicial analiza si algún dirigente de los "dragones" recibió una parte de las citadas primas, según la información publicada por la prensa.
Las autoridades suizas colaboran también con las portuguesas en la investigación, según informa hoy la edición digital del semanario "Expresso", después de que la Fiscalía lusa solicitara su ayuda para esclarecer una transferencia de 4,5 millones de euros realizada por el Oporto a dos cuentas en el país helvético.
Además, también se estudian transferencias similares realizadas a cuentas en Gibraltar, Irlanda e Israel.
En las tres operaciones participó el agente portugués Jorge Mendes, considerado el representante de futbolistas más importante del mundo.
De acuerdo con la información divulgada hoy por el diario "Público", la investigación se enmarca dentro de un caso surgido la década pasada después de que la ex mujer del presidente del Oporto, Nuno Pinto da Costa, denunciara que éste se beneficiaba personalmente de las ventas de jugadores.
El llamado caso "Silbato Dorado" también indagó en los sobornos a varios árbitros a comienzos de la década pasada y acabó por salpicar al dirigente del Oporto, que fue condenado por los tribunales deportivos.
Sin embargo, fue finalmente exonerado por la Justicia ordinaria en el 2009.