Antonio Ruiz
“Ya ganamos al Atlético de Madrid en la Copa de Europa...”
Fue titular en los partidos de aquella cuarta Copa de Europa consecutiva. En la final el Madrid ganó al Stade Reims, pero en semifinales hubo un duelo fortísimo con el Atleti.
—Usted fue titular en la final de 1959, la Cuarta. Ante el Stade Reims, el mismo rival de la Primera. ¿Su figura era Fontaine?
—Era el más conocido porque un año antes había sido el pichichi del Mundial de 1958 en Suecia con 13 tantos. Pero tenía a otros como Piantoni o Bliard. Un equipazo.
—Lo importante es que pronto marcó Mateos y se encarriló aquella Copa de Europa.
—Y acto seguido llegó un penalti a nuestro favor. Mateos iba lanzado y le pidió a Di Stéfano que le dejase tirarlo.
—Se dijo que Mateos le comentó: “Alfredo, me juego la renovación y necesito meter otro gol. Déjamelo”.
—Yo no recuerdo esa frase, pero sí que Mateos le decía a Alfredo repetidamente: “¡Déjamelo tirar, déjamelo tirar por Dios!”. Y Alfredo le dejó.
—Y lo desperdició.
—¡Imagine las cosas que le dijo cuando lo falló! (risas).
—¿Hubo grandes festejos?
—Sin ningún exceso. Estábamos concentrados en un hotel perdido en un bosque a 20 kilómetros de la ciudad. Eso sí, había un campo lleno de fresas. Comí tantas en los tres días que estuve allí que no he vuelto comer una. Lo prometo...
—Ahora que estamos a tres días de la final con el Atleti, habrá que recordar a la afición que en las semifinales de aquella Copa de Europa ustedes eliminaron a los rojiblancos.
—Claro que me acuerdo, pero sufrimos en los tres partidos. En el Bernabéu, en el Metropolitano y en el desempate en Zaragoza. Nos pasó de todo.
—Cuente.
—En casa ganamos 2-1, pero Santisteban se lesionó en el primer tiempo y tuvimos que aguantar con diez. En el Metropolitano nos ganaron 1-0 y fue Mateos el que se lesionó y volvimos a luchar con unos menos. ¡Y en Zaragoza se lesionó Lesmes! Tuvimos que jugárnosla otra vez en inferioridad. Pero un gol de Puskas nos metió en la final.
—¿Y cómo estaba el Atleti en esa Copa de Europa?
—Por culpa nuestra, entre comillas. El año anterior fuimos campeones de Liga y de la Copa de Europa, lo que habilitaba al subcampeón de Liga, que era el Atleti. Hasta Don Santiago Bernabéu estaba intranquilo. Jamás le vi así. Nos decía: “Imaginad que nos eliminan estos después de que han podido jugar la Copa de Europa gracias a nosotros…”.
—Fue un respiro.
—Total. Entienda que nuestro gran rival era el Atleti. Era para nosotros el enemigo a batir. Miguel, Adelardo, Mendoza, Peiró y Collar. Vaya pedazo de delantera, El Barça no era rival para nosotros. Recuerdo que en Zaragoza todos estábamos nerviosos. Ya en la concentración nos pasaron cosas raras. Nosotros siempre íbamos allí al Gran Hotel, pero resultaba que estaba concentrado el Atleti. Nos tuvimos que ir al Hotel Goya. Ya nos tocaron las narices antes del partido, pero el gol de Puskas acabó con ellos. Un alivio.
—Y el sábado otra vez el Atleti...
—A mí me hubiera gustado más que el Chelsea hubiera estado enfrente. Incluso, hubiera preferido al Barça. El Atleti es capaz de todo, no se arruga. Hay que ganarles con el corazón...