El balón frente al espejo

Regresa la Champions League a lo grande con un partidazo de campanillas en el que el dominador de la última etapa de la competición se enfrentará al recién llegado que quiere ascender a la cima imitando los gestos del maestro. El Barça llega al Etihad Stadium donde le espera un City diseñado en su política deportiva por Begiristain, planificado en los despachos por Ferran Soriano y dirigido en el campo por Pellegrini, técnico que durante muchas semanas estuvo en el número uno de la lista de candidatos a sustituir a Rijkaard. Finalmente, el elegido fue Guardiola y a partir de aquí se escribió otra historia.

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Será un duelo en el que ambos contendientes se mirarán al espejo viendo reflejados en el rival sus mejores virtudes y sus peores defectos. Los primeros los mirarán con temor, los segundos, con un halo de compasión. Lo miren como lo miren, únicamente existirá un balón para remarcar una u otra vertiente. El que se lo quede más tiempo potenciará las virtudes propias y exagerará los defectos del contrario.

Manchester City y Barça pasan por ser equipos de exuberante ataque, de defensa justita y con jugadores a los que el sacrificio les da sarpullido. Ambos tienen hinchadas frías de entrada que se pueden calentar como un microondas si la ocasión lo requiere. Tienen cosas en común como para escribir diez tomos, pero hay algo que tiene el Barça que no tiene el City.

El Barça tiene, al menos hoy, a Messi y el City no tiene al Kun. El Barça tiene la experiencia que aportan seis semifinales de Champions consecutivas y el City puede sufrir el vértigo del recién llegado a estas alturas. Por contra, el City tiene la ambición del hambriento mientras que el Barça corre el peligro de afrontar esta ronda como si fuera un día más en la oficina. City y Barça parecen ser conscientes de que el duelo se decidirá el 12 de marzo en Barcelona. Lo de hoy es una toma de contacto de la que nadie querrá salir trasquilado. Si se reparten el balón, se repartirán los errores y los aciertos. Europa les observa.

Los números revelan la mejoría defensiva culé

Aunque las sensaciones ofrecidas a lo largo de la temporada puedan indicar lo contrario, la realidad es que los datos revelan que el Barcelona ha mejorado en el apartado defensivo respecto al equipo de la temporada anterior. Si bien la cifra de goles encajados a estas alturas en la Liga de Campeones es idéntica (5), tanto en la Liga como en la Copa del Rey el equipo de Martino ha recibido menos goles. En 24 jornadas ligueras el Barcelona ha encajado 17 goles, por los 27 que llevaba recibidos a estas alturas el año pasado. En Copa, con Vilanova en el banquillo, encajó 9 goles en ocho partidos; mientras que con el Tata sólo ha recibido 4. Hoy, ante un conjunto con el potencial ofensivo del Manchester City, necesitará de su mejor versión.