El español Pako Ayestaran tiene líder a los Tecos de Guadalajara

Vine aquí por pasión”. La voz de Pako Ayestaran (1963) suena feliz desde las oficinas del Estudiantes de Tecos, el club mexicano donde ha decidido empezar su carrera como entrenador de élite. Acaba de ganar a Chivas en la Copa y tiene a Tecos líder del torneo Clausura de la Liga Ascenso, la segunda mexicana. Ayestaran matiza: “No es mi primera experiencia como primer entrenador, siempre lo digo. Dirigí al Beasaín y al Tolosa. Este verano tuve ofertas en Inglaterra y Estados Unidos, pero me convenció esta idea”. Después de sus dos experiencias iniciales, Ayestaran se convirtió en un gurú de la preparación física. Acompañó a Benítez en sus años de éxito en Valencia y Liverpool, a Quique en Lisboa y, de vuelta en Mestalla, a Emery. “Para mí, el aspecto condicional (así llama a la preparación física) es sólo un co-ayudante. Lo importante es tener un estilo. Todos los técnicos me influyeron, pero también profesionales no tan renombrados como Esteban Gorostiaga o Iñaki Satrústegui. Luego, uno modela su perfil. Atiendo a los valores: el resultado no está sobre todo. Pero tampoco soy un iluso. Si no ganamos, me echan”.

El Tecos es uno de los clubes de la familia Martínez, que también maneja el Pachuca y el León. Carlos Slim, con un tercio del accionariado, está detrás de un proyecto que tiene un objetivo: el ascenso. No es sencillo. El Tecos compite en Guadalajara con el Chivas (“el Real Madrid de México”), el Atlas y los Leones Negros de la Universidad de Guadalajara. Es el cuarto club de la ciudad, pero su estructura es seria: “En España se toman decisiones prematuramente. De aquí me gusta la convicción que tienen en el proyecto. Me invita a pensar que la resistencia será mayor en los malos tiempos”. El sistema de competición convierte en una gymkhana el ascenso: hubo un campeón del Apertura, los Leones Negros. El Clausura decide su ganador después de un play-off rocambolesco. Si sale ganador, se mediría en una final al Leones Negros. Sólo asciende uno.

Ayestaran no está solo en su aventura mexicana. Se llevó a dos ayudantes, José Viela y David Caneda, y a la familia. “Aparte de las precauciones que hay que tener en el tema de seguridad, la vida es espectacular. El clima, la gente. Hace poco el presidente me preguntó: ‘¿Vas a continuar?’ No lo sé…”. No sabe su próximo destino pero sí su leit-motiv: “Iré donde sienta pasión”.