Real Madrid - Atlético
Derbi madrileño de Copa del Rey con una revancha pendiente
Simeone saldrá con el brasileño Diego Ribas de inicio (20:00 Canal+1). Ancelotti no podrá contar con Bale, que se ha vuelto a resentir de sus problemas físicos en un gemelo.
El partido de hoy tiene solera: comenzó el pasado 17 de mayo, cuando el Atlético ganó la Copa en el Bernabéu y rompió una racha de 14 años sin victorias frente al Madrid. Esa noche, el Atleti levantó un trofeo y se liberó de un complejo, tal y como se encargó de confirmar el 28 de septiembre, cuando volvió a vencer en campo madridista (0-1), esta vez en Liga. Cuatro meses después de aquella última cita, el equipo de Simeone se presenta como líder del campeonato y del optimismo. En dos semanas, y sobrepuesto a algunos titubeos (empate en el Calderón contra el Sevilla), se ha llenado de razones para seguir creyendo. Diego ha vuelto y Luis protege desde arriba.
La situación del Madrid es distinta. El empate en Bilbao le ha despeinado el tupé y ha alterado su plácida inercia ganadora. A la pérdida de puntos se añadió, además, la expulsión de Cristiano, sobre el que decidirá el Comité de Competición esta misma mañana. En principio, nada impedirá que juegue hoy y, a partir de esa suposición, el deseo del Madrid, una sanción ligera, coincide con el interés del Atlético. Me explico: bastante peligroso es Cristiano al natural como para sumarle afrentas y goles por dedicar. Además, hoy es su cumpleaños (29) y quién sabe cómo tendrá previsto celebrarlo.
En principio, el guión del último partido no debería servir de referente. En aquellos días Ancelotti, recién llegado, seguía hablando en esperanto, intentando encajar piezas e idiomas. Con Alonso lesionado, Illarramendi y Khedira formaron el pivote. Isco era titular y Jesé ni siquiera ocupaba un lugar en el banquillo.
Condena. Las cosas han cambiado desde entonces. Xabi maneja el timón, Di María ejerce de centrocampista y Bale de jarrón chino. El galés, al que se suponía titular, no estará siquiera en el banquillo tras una recaída de sus problemas físicos. La noticia de última hora libera al jugador más decisivo en los últimos partidos: Jesé.
Iker, por cierto, volverá a la portería. Invicto ante el Atlético, quizá sea el único obstáculo mental que todavía debe superar el equipo de Simeone. Así lo siente el compañero (y sin embargo amigo), Iñako Díaz-Guerra, cronista del Atlético: “Algo tendrá el agua cuando la bendicen... durante catorce años seguidos”.
Esperanza. En el ejército del Cholo la novedad más relevante es la presencia de Diego en el once. Su talento (creación, pase, gol y hermosura general) aporta al Atlético lo que hasta ahora sólo podía encontrar en Arda (en versión despeinada). El turco, por cierto, también será titular, repuesto de sus problemas musculares. La combinación de ambos es el principal argumento atlético para confiar en un resultado positivo.
Con ellos, las ausencias de Filipe y Villa se aceptan como contingencias comunes. Tampoco preocupan los achaques de los pivotes: Mario Suárez no entró en la lista y Tiago está recién recuperado de una lesión. Con ese panorama, Koke, una vez más, apunta a compañero de Gabi.
Diego Costa es capítulo aparte, como Cristiano. Sus mundos son otros y sus razones distintas. Uno lucha contra el mundo y el otro consigo mismo. Ahí se juega otro derbi y por ahí pasa mucha Copa.