Día para probar y para cuestionar un modelo de competición

Cuando ninguno de los dos equipos tiene las más mínimas ganas de jugar un partido, cuando la eliminatoria está decidida, cuando al estadio van a ir siete turistas mal contados y nadie se toma en serio el envite de esta noche entre el Barça y el Levante tras el 1-4 de la ida, es que hay un modelo de competición a revisar.

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El Barça-Levante de hoy es el mejor ejemplo de que la Copa del Rey a doble vuelta es una competición que engancha en pocos partidos. Caparrós, entrenador de los granota, advertía ayer que su única motivación de cara al partido es que no se le lesione nadie. Martino piensa tomarse el día de hoy para probar gente. Con un 1-4 en la ida y la Liga en un pañuelo, nadie quiere ir a lo loco en la Copa. Luego, el fútbol es generoso con los protagonistas y cruel con los profetas, así que a lo mejor pasa algo en el Camp Nou por lo que valga la pena pagar la entrada. Si pasa, ya les avanzo sin temor a equivocarme que los que lo verán en directo desde el estadio serán escogidos y muy pocos. En días como hoy se valora mucho la asistencia al campo. Los que vayan se merecen que pase algo.

Esperando. Será día por parte de los culés de utilizar a los menos habituales y dar kilómetros a los tocados a ver si cogen rodaje.

Gente como Puyol, Sergi Roberto, Afellay, Tello, Song... tendrán su oportunidad y puede que en la segunda parte, Iniesta y Messi también tengan sus minutos. Lo mismo pasa en el Levante. En definitiva, un entreno con público.