REAL SOCIEDAD 3 - RACING SANTANDER 1
La Real perdona y un gol de Koné da esperanzas al Racing
Dos goles de Mikel González y uno de Vela parecieron sentenciar la eliminatoria. El cuadro cántabro estrelló un balón en el larguero, redujo distancias y encerró a la Real.
Un gol de Koné y el apabullante dominio en los últimos minutos llenaron de esperanza para el Racing el futuro de una eliminatoria que pareció tener perdida. Las dudas de la Real a la hora de ir a por más goles y los cambios ofensivos de Paco Fernández convirtieron una cómoda goleada txuri-urdin en un compromiso para el encuentro de vuelta en El Sardinero. Fue lo más justo, en realidad, pues los cántabros volvieron a dejar una gran imagen y al menos merecen el honor de que la eliminatoria se mantenga viva.
Durante todo el encuentro obligaron a los realistas a esforzarse al máximo. Y eso que Arrasate ha conseguido mantener en tensión a toda su plantilla, más allá de sus rutilantes estrellas. Funciona la versión B porque tiene a gente como Chory Castro, que afronta un encuentro de Copa como este con una intensidad encomiable.
La verticalidad del uruguayo hizo mucho daño al Racing, no tan ordenado como en anteriores rondas, pero igual de lúcido con la pelota en los pies. Por si fuera poco, nada más comenzar se puso por delante la Real en un córner, lo que inclinó más todavía el partido hacia lo que pretendían los locales.
El central Mikel González fue protagonista por su cabezazo, como lo sería en el 2-0 en la enésima jugada elaborada sobre la espalda de los laterales. Fue esa la ruta más repetida y pese a ello no supo el Racing cómo cortar la sangría. La Real reunió ocasiones claras en las botas del Chory y de Seferovic, incluso se le anuló un gol legal a Vela, mientras que los cántabros dejaron su huella en un gran lanzamiento de falta de Andreu que sacaron entre Zubikarai y el larguero.
El choque requería riesgos por parte del Racing. Más aún cuando Carlos Vela hizo el tercero tras un amago de infinita clase de Xabi Prieto. Sin embargo, entre la sombría actuación de Seferovic —que volvió a evidenciar que cualquier chico del filial merece más oportunidades que él— y el crecimiento a base de fútbol del Racing, el encuentro cambió totalmente de cara. Koné recortó distancias en un cabezazo y, en plena avalancha, Mariano y Saúl pudieron incluso hacer el segundo. El Racing no se rindió ni lo hará en El Sardinero. Su sueño sigue vivo. El de la Real de verse de nuevo en semifinales deberá esperar.