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Valencia - Atlético de Madrid

Mestalla confía en que Pizzi de con la tecla a lo Valverde

Dos de sus premisas son la intensidad de sus equipos y la comunicación con sus futbolistas. Pizzi quiere reforzar el ataque y se negocia con el Nápoles por Vargas

Valencia
SÓLO NUEVE DÍAS. Pizzi afronta el duelo ante el Atlético tras estrenarse con victoria ante el Levante.
SÓLO NUEVE DÍAS. Pizzi afronta el duelo ante el Atlético tras estrenarse con victoria ante el Levante. David González

La era de Djukic en el Valencia acabó contra el Atlético en el Vicente Calderón. La gota que colmó el vaso de Amadeo Salvo y Rufete y que les llevó esa noche a tomar la decisión de destituir a Djukic no la precipitó sólo el resultado (3-0) sino el silencio que reinaba en el vestuario a la conclusión del encuentro. Ni una arenga ni tan siquiera un reproche. Ese vacío en el espíritu colectivo les llevó a temer por la eliminatoria de cuatro días después en Copa contra el Nàstic y de ahí el despido. Y también dejó claro a los dirigentes el perfil de técnico a fichar.

Pizzi no llegó por ser campeón con San Lorenzo. Tampoco por su efímero pasado como jugador ché. Le ficharon porque dos de sus premisas son la intensidad de sus equipos y la comunicación con sus futbolistas. A Djukic, como a Pellegrino, no le entendían. De momento a Pizzi, como a Valverde, le escuchan. Le oyen. Les transmite. Retumban estos días por Paterna las indicaciones del ‘Loco’ Richini, su preparador físico, y sus gritos son el símbolo del cambio.

En Feghouli y Piatti se reflejó contra el Levante el efecto Pizzi. En la forma de encarar el duelo de esta noche, también. Al Calderón, el Valencia viajó con su afición temiéndose una goleada y tras el primero de Diego Costa se derrumbó el equipo. Hoy Mestalla confía al menos en que los suyos sí van a competir ante el Atlético.

Vidas paralelas: buscan refuerzos, venta del club

El Valencia habita en estos primeros días de 2014 entre dos tierras. En lo deportivo Rufete y Pizzi trazan su plan. Se reforzará el equipo con al menos un delantero. Pizzi confirmó la noticia que ayer daba AS: se negocia por Eduardo Vargas, delantero chileno propiedad del Nápoles. Pero cuesta hablar de planificación en el Valencia porque el club vive en plena incertidumbre social. En cuestión de semanas el poder accionarial cambiará de manos. O al menos la venta parece la única vía una vez la negativa de Bankia a refinanciar la deuda de club y Fundación (301 millones). El inversor Peter Lim presentó en persona una oferta a la Generalitat y Bankia de 230 millones por la deuda (más 30 para fichajes). Lim llega de la mano de Amadeo Salvo y éste avisó que su oferta la retirará el 15 de enero si no tiene respuesta. Pero Bankia no responde y se da tiempo para escuchar otras ofertas.