UEFA
"Sarkozy no pidió votar a Qatar, pero entendí lo que quería"
CAPÍTULO 2 | En esta segunda parte de la entrevista exclusiva con Michel Platini habla sobre la elección de Qatar para 2022, sobre Villar y sobre La Roja: "Me gusta".
Usted votó a Qatar para el Mundial 2022, y ahora dice que no se puede jugar en verano. ¿Qué solución propone?
—Bueno, eso ya lo dije el primer día. Se lo dije en su momento a los responsables de la candidatura de Qatar, les dije que allí no se puede jugar al fútbol en verano. Y también les propuse que el Mundial no fuera sólo en Qatar, sino que se repartiera por todos los países del Golfo. Jugar en Qatar, pero también en Abu-Dhabi, Dubai, Bahrain, Amán... Me escucharon, pero no me dieron respuesta. Es una decisión política que corresponde tomar únicamente a Qatar, que es el país que ganó la organización del Mundial de 2022. Y ambas ideas se las plantee al principio, antes y también después de las votaciones. No es algo que se me haya ocurrido ahora.
—¿Hay alguna posibilidad de que haya que cambiar de país la edición de Qatar 2022?
—Ninguna. Quizás se pueda cambiar de mes, pero no de país. La edición de 2022 será en Qatar con seguridad.
—Le acusaron de pactar con Sarkozy y el emir de Qatar apoyar a este emirato para el Mundial en una cena en el Palacio del Elíseo, ¿qué puede decir al respecto?
—La verdad es más simple. Acudí a una llamada del presidente de la República de Francia, que es mi país como todo el mundo sabe, y cuando llegué me encontré allí al emir de Qatar y al primer ministro de este emirato. Nadie me había avisado de su presencia. Cenamos todos juntos, pero igual que digo que nadie me dijo que los qataríes iban a estar allí, afirmo con rotundidad que el presidente Sarkozy no me pidió, ni antes ni durante ni después de esa reunión, que votase a Qatar como país organizador del Mundial 2022. Pude comprender por mí mismo que Sarkozy estaba interesado en que Qatar organizase el Mundial, pero no me lo pidió. (En el centro de la polémica está una cena que mantuvieron el 23 de noviembre de 2010 en el palacio del Elíseo, sede de la presidencia francesa en París, pocos días antes de la votación para el Mundial, el presidente del Gobierno en aquel entonces, Nicolas Sarkozy, Michel Platini y el emir de Qatar, Sheikh Hamad Al Thani, según ‘France Footbal’).
—¿Se jugará allí en invierno?
—La FIFA y la UEFA estamos de acuerdo en lo esencial, que es que jugar un Mundial en verano en Qatar no es lo mejor. No es que no se puedan jugar partidos de competición, es que resulta muy difícil poder dar un paseo bajo el sol, pero debe ser Qatar el que tome la decisión. En todo caso, la FIFA ha decidido no ponerse con el tema hasta que pase el Mundial de Brasil.
—¿La UEFA prefiere en enero y la FIFA en diciembre?
—Estamos en ello. En enero no afecta a la Champions y en diciembre salva a los Juegos de Invierno. Veremos...
—Villar también votó a Qatar, ¿lo sabía? (El presidente de la Federación así lo afirmó en un hotel de Ginebra, el pasado septiembre).
—No lo sé. A mí nunca me lo ha confesado, pero si ustedes lo dicen será porque lo saben.
—¿Por qué apoya la idea de ampliar de las actuales 32 a cuarenta el número de selecciones que participan en el Mundial?
—Es un mensaje claro: no aceptaré que se rebaje el número de selecciones europeas en la Copa del Mundo. En el Mundial de Francia de 1998 participaron quince selecciones europeas, en el próximo, en Brasil, lo harán dos menos, trece. Pues bien, lo que ha dicho Platini alto y claro es que Europa no se toca. Y si se toca es para ampliar el número de países de nuestro continente, no para rebajarlo en beneficio de otras zonas del mundo. En lugar de reducir los europeos, debemos ir hacia cuarenta selecciones en la Copa del Mundo. Podemos añadir dos de África, dos de Asia, dos de América, una de Oceanía y una más de Europa. Se podría disputar un Mundial con ocho grupos de cinco selecciones, y el torneo se alargaría sólo una semana más. Este plan sí que lo apoyo totalmente. (El presidente de la UEFA aseguró estar de acuerdo con la opinión del presidente de la FIFA, Joseph Blatter, sobre una mayor presencia de África, ya que ese continente tiene 54 naciones y sólo cinco plazas en el Mundial).
—¿Qué le parece la idea de hacer dos categorías de selecciones para las eliminatorias a Eurocopas y Mundiales? Dos categorías con ascensos y descensos.
—Es difícil hacer eso, y además poco recomendable para un candidato que aspire a presidir la FIFA o la UEFA.
—En 2015 hay elecciones en la FIFA, ¿Se presentará?
—No sabemos qué deparará el futuro. De verdad, y lo digo de corazón, que aún no he decidido nada al respecto. No sé si me presentaré o no. De momento estoy muy cómodo y contento en la UEFA. Lo que sí puedo avanzar es que tomaré una decisión en 2014, puede que antes, durante o después del Mundial de Brasil. (No lo afirma, pero todo hace indicar que Platini esperará a la última semana de la próxima Copa del Mundo para anunciar su decisión de presentar su candidatura a la presidencia de la FIFA).
—De presentarse, ¿qué idea fundamental llevaría en su programa?
—No lo he pensado. Falta mucho hasta 2015. De momento estoy pensando en las cosas de la UEFA, que está más unida que nunca y que es algo de lo que me siento orgulloso. Hemos ampliado la Eurocopa de 16 a 24 selecciones, que serán las que participen en Francia 2016. También hemos decidido que la edición de 2020 se dispute en trece capitales europeas, trabajamos para mejorar las competiciones europeas de clubes, para acabar con el racismo y los amaños... en fin, tenemos mucho trabajo en la UEFA como para pensar ahora en la FIFA.
—¿Qué relación tiene con Villar?
—Una relación normal. Normal, porque no es que Villar hable mucho. Pero se hace entender muy bien, con las manos, con los gestos. El problema es que para hablar con él tengo que tener alguien cerca que nos traduzca. Pero él no tiene problemas para hacerse entender, y lo comprende todo. Ser presidente de una Federación como la de España durante 25 años no es fácil, no lo puede hacer cualquiera. Eso hay que valorarlo. Villar es un personaje muy humano, respetuoso y solidario. Se preocupa de los problemas de la gente y trata de ayudar. ¡Y es muy espiritual! (Platini junta las palmas de sus manos y mira al techo, después sonríe)
—Si usted dejara la UEFA, ¿cree que Villar será su sustituto?
—Como no contemplo por ahora la primera hipótesis, no puedo pensar en la segunda. Pero Villar es un hombre de valía, preparado y con experiencia.
—En España se le tiene por crítico con el juego de la Selección. Cuando ganó la Eurocopa, y el Mundial, no se le oyeron alabanzas ni al juego de España ni a los futbolistas españoles.
—No es cierto, me gusta La Roja y su juego. Me recuerda al que hacía Francia en los 80, con jugadores del estilo de Giresse y Tigana, pequeños como Xavi e Iniesta, pero con un talento enorme. Pero no sólo son sus centrocampistas, también sus defensas, expertos, pero que saben jugar el balón. Y luego delanteros que explotan ese juego técnico con potencia y capacidad de remate. España es una potencia, y la mejor Selección de los últimos años. Por eso ha ganado las dos últimas Eurocopas y el último Mundial. Pero lo más importante es que lo ha hecho enamorando con su fútbol, y eso gusta por igual a los profesionales y a los tifosi. Por eso tiene tantos seguidores en el mundo.
—¿Le parece que España es favorita para ganar el próximo Mundial?
—Está entre los favoritos porque es el actual campeón, pero dependerá de la fuerza, de la condición con la que sus jugadores lleguen a Brasil 2014. Sobre todo de cómo lleguen los más veteranos, como Xavi, Puyol y Xabi. Pero la verdad es que los jóvenes que ha ido incorporando Del Bosque también están dando la medida. El equipo no se ha resentido. Si todo mezcla bien creo que sí, que España puede repetir Mundial.
—¿Qué jugador le gusta más de La Roja?
—Son todos buenos, y diferentes. Iniesta hace cosas distintas, pero también Silva. Puyol y Piqué son monstruos. Cuando una selección gana dos Eurocopas y un Mundial no es porque tiene a un crack mundial, es porque tiene varios. Un equipo completo.
—¿Le gusta Del Bosque?
—Me gusta mucho Del Bosque, y no sólo como entrenador, sino también como persona. Es un hombre tranquilo, que sabe ganar y perder, que nunca pierde la clase ni el espíritu del deportista. Además, ha construido un equipo campeón sobre otro equipo campeón, y eso no es fácil.
—¿Qué hace la UEFA para apoyar el fútbol femenino?
—La UEFA está fuertemente comprometida con la promoción del fútbol femenino en sus 54 asociaciones miembro. Lo hacemos a través de dos componentes: las competiciones y el desarrollo. Hemos puesto en marcha un programa específico para el fútbol femenino en 2010, el primero en la historia de la UEFA, con el objetivo principal de dar las máximas oportunidades de jugar a todas las niñas y mujeres en su comunidad, independientemente de su talento. El programa ‘HatTrick’ de la UEFA ofrece a cada federación cien mil euros al año para ser utilizados específicamente en el desarrollo del fútbol femenino. Este nuevo programa de competiciones, ligas y actividades para las jóvenes fueron establecidos por las federaciones miembros de la UEFA, lo que permite a las jugadoras competir en el nivel regional y progresar en la escena internacional. Al mismo tiempo, muchas organizaciones han invertido en la formación técnica y en la creación de cursos específicos para árbitros femeninos, y en algunos países se han abierto centros de formación dedicados al fútbol femenino. En este nuevo programa la UEFA financia todos estos proyectos. También hemos lanzado el primer curso para árbitros femeninos a nivel europeo como parte de nuestro ‘Programa CORE’, que tiene lugar en el campus de la UEFA, y hemos creado torneos de desarrollo para las niñas menores de 16 años a lo largo en toda Europa. Por último, en el nivel de competiciones, se creó la Liga de Campeones de la UEFA femenina que tiene un gran éxito —más de 50.000 espectadores, por ejemplo, asistieron a la final en Múnich en 2012— y empleamos recursos sustanciales para la organización de la Eurocopa femenina con el fin de hacer un gran evento en el calendario internacional, como fue el caso este verano en Suecia. Las audiencias televisivas y la asistencia a los estadios batieron récords, con más de cuarenta mil personas en la final entre Alemania y Noruega.