Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

Entrevista con el presidente de la UEFA

Platini: "Cristiano y Messi son buenos pero Ribéry ganó todo"

CAPÍTULO 1. El presidente de la UEFA concedió una entrevista exclusiva a AS. Hoy publicamos la primera de las tres entregas. Platini habla del Balón de Oro.

Alfredo Relaño, Michel Platini y Joaquín Maroto durante un momento de la entrevista.
Alfredo Relaño, Michel Platini y Joaquín Maroto durante un momento de la entrevista.FELIPE SEVILLANODIARIO AS
AStv

¿A qué tres jugadores votaría para el Balón de Oro?

—Parece que los favoritos son Messi, Cristiano Ronaldo y Ribéry. Los dos primeros son muy buenos, y Ribéry es el que lo ha ganado todo. Son tres grandes jugadores. La elección del Balón de Oro de este año es la más difícil de la historia del trofeo.

—¿Qué le parece que la FIFA haya ampliado el plazo de votación al Balón de Oro?

—Es una decisión de la FIFA que coincidió con la repesca de Portugal para el Mundial de Brasil con los tres goles de Cristiano en el partido de Suecia. Puede ser que la FIFA lo haya hecho para complacer a Cristiano... (Se ríe pícaramente Platini).

—¿Por qué no le dieron el Balón de Oro a un español en la edición del Mundial 2010? En la de 2006 lo ganó Cannavaro...

—Eso mismo me pregunto yo. Estoy de acuerdo en que el Balón de Oro de 2010 lo debió ganar un español. Iniesta, Xavi... para mí lo merecían. Lo ganó Messi, que es un grandísimo campeón. Pero en 2010, para mí, debió levantar el Balón de Oro un jugador de España.

—Usted ha ganado tres Balones de Oro, ¿qué siente un jugador cuando lo consigue?

—Un orgullo íntimo, y la sensación de que cada trocito del trofeo pertenece a tus compañeros, porque al fútbol juegan los equipos, ganan y pierden los equipos. Pero es el mayor reconocimiento individual que puede recibir un futbolista, y su reconocimiento mundial como tal. Por lo tanto sería faltar a la verdad decir que uno no siente orgullo cuando lo recibe. Todos lo hemos sentido, y lo seguirán sintiendo los triunfadores de las ediciones futuras.

—¿Se repitió ese sentimiento en cada uno de los tres Balones de Oro que ganó Michel Platini?

—Sí, las tres veces. La prueba está en que yo apenas conservo trofeos en mi casa, y sin embargo en la vitrina de mi salón están dos de los tres Balones que gané y la antorcha olímpica que porté en Albertville, en los Juegos de Invierno de 1992. De todos mis recuerdos y trofeos, sólo conservo estos tres y es lo único que se puede ver en mi casa de la historia del Platini futbolista.

—¿Sólo conserva dos de los tres Balones de Oro que ganó? ¿Qué hizo con el otro?

—El otro Balón de Oro se lo regalé al abogado Gianni Agnelli, patrón de la Juventus.

—¿No conserva una réplica de la Copa de Europa?

—No, porque en mi casa sólo entran cosas redondas, incluida mi cabeza... (Vuelve a reír Platini, que nos invita a ver los trofeos auténticos y originales de la Champions y de la Eurocopa, que lucen en su despacho de la UEFA en Suiza, al borde del imponente lago Leman, con Francia en la otra orilla).

—¿Por qué en la comisión técnica que elige los 25 jugadores del Balón de Oro, de la que usted es presidente, se mezclan exfutbolistas, como Albertini y Rummenigge, con gente de la realeza como Al Hussein, Príncipe de Jordania, o presidentes de clubes, como Florentino Pérez? ¿Esto cómo se come?

—Bueno, es una lista de gente que ama el fútbol. Luego los hay con más y con menos conocimientos técnicos, los hay que han jugado al fútbol y los hay que no. Pero lo importante es que cada uno aporta su parecer, lo que hace que la elección de los finalistas tenga en cuenta todos los factores. La Comisión de Fútbol de la FIFA nos hace llegar cincuenta nombres, que nosotros dejamos en 23. Pero luego son los capitanes y los seleccionadores de las 209 federaciones de la FIFA los que votan para elegir al Balón de Oro, que podemos decir que son el jurado más capacitado.

—¿No cree que el pago exagerado por patrocinio en camisetas o de un estadio en determinados clubes propiedad de magnates es una forma para regatear el Fair Play Financiero?

—Hay una comisión independiente que estudia estos casos. La UEFA tiene dispositivos para detectar si hay regates a las normas, y hace un seguimiento para que se cumpla el Fair Play Financiero. (Platini advierte que las primeras decisiones sobre el Fair Play Financiero llegarán la próxima primavera, en abril o mayo, y que puede haber sorpresas).

—¿Son las apuestas el mayor enemigo del fútbol actual?

—Este es un problema que ataca a la línea de flotación del fútbol. Porque si se amaña un resultado antes de que se dispute el partido, se acabó nuestro deporte. Es algo en lo que todos debemos colaborar, también la Prensa denunciando cada caso de corrupción del que tenga indicios serios. Es un caso distinto al racismo, porque el racismo es algo que viene de fuera y se manifiesta en los estadios. Pero el amaño es algo nacido dentro del fútbol, que lo corrompe desde dentro. La UEFA está en contacto con las Policías de Europa. Pero no es algo que sólo deban combatir desde el Estado. Los primeros que debemos hacerlos somos los que estamos en el fútbol, también los periódicos.

—¿Cómo armonizar los intereses de los clubes y de las Federaciones para que se aminore lo que llamamos Virus FIFA?

—La UEFA ha llegado a un acuerdo con la Asociación Europa de Clubes, con la ECA, para compensar vía FIFA a los equipos por las lesiones en los partidos internacionales. Es algo que yo saqué adelante, porque es de justicia y al menos compensa a los clubes, que al final son los que pagan los salarios de los jugadores. Además, se ha llegado a un acuerdo para que las selecciones nacionales no puedan jugar más de un partido amistoso por temporada fuera de su propio continente. (Justo la semana en la que se realizó la entrevista, España había disputado dos amistosos en África, frente a Guinea y Sudáfrica, y en agosto jugó en Ecuador, en América. Platini arquea las cejas, levanta los hombros y zanja: “Es un acuerdo de buena fe, pero no se puede castigar al que no lo cumple”).

—¿Es verdad que ha criticado alguna vez el superprofesionalismo, lo que en España encarnan el Madrid y el Barça?

—No, jamás he dicho eso. No hay que creer siempre lo que dice la Prensa (se ríe Platini...). El asunto es que los clubes puedan pagar lo que compran. Como la gente, que debe comprarse el coche que puede pagar. Este es el principio del Fair Play Financiero.

—¿Qué opina de la tasa del 75% en Francia a los que ganen más de un millón de euros?

—Es una ley nacional que es muy popular, porque no hay nada más popular que reclamarle dinero a los ricos.

—Un club español, el Málaga, tiene la sospecha de que les utilizaron como ejemplo para aplicar el Fair Play Financiero y asustar a otros clubes. ¿Qué dice a esto?

—Para empezar, el Málaga es un equipo grande, con tradición. Lo que le pasó al Málaga puede pasarle a eso que llaman ‘grandes de Europa’. Los órganos disciplinarios de la UEFA son independientes, y toman sus decisiones según los hechos. Las normas son iguales para todos.

—¿Qué soluciones propone la UEFA para erradicar el racismo de los estadios?

—El racismo no es un problema del fútbol, es un problema de la sociedad. Lo que sucede en los estadios es muchas veces un reflejo de lo que pasa en la sociedad. A veces los políticos me dicen que qué puedo hacer yo, la UEFA y la FIFA, para acabar con el problema. Y les respondo con una pregunta: ¿Y qué pueden hacer ustedes? Los castigos son severos para los actos de racismo en los estadios, y pueden serlo más si se repiten. El principio contra el racismo en el fútbol es claro: tolerancia cero. Tenemos un protocolo que tienen que respetar todos los que entran a un estadio, desde los jugadores y los árbitros hasta los clubes y los espectadores. El que se lo salta recibe un castigo severo. Pueden decir que Platini va con dos manos de hierro contra el racismo, porque el Congreso de la UEFA me ha autorizado y solicitado para que luche contra este problema.

—¿Qué castigos contempla el protocolo para los casos de racismo?

—Los más severos. Desde la pérdida de puntos para los clubes, pérdida de puntos que pueden suponer perder un título o bajar de categoría, hasta sanciones de diez partidos para los jugadores que promuevan el racismo. El cierre de un estadio también está contemplado.

—¿Por qué prefiere árbitros antes que tecnología?

—Por la misma razón por la que prefiero hablar en persona que por teléfono. Creo firmemente que los ojos de un árbitro ven cosas que no aprecian las máquinas. No me abrí a la tecnología de la línea de gol, porque después podría llegar la tecnología para los penaltis, los fueras de juego y así sucesivamente. En Francia se introdujo la tecnología en el rugby y es un desastre. A cada rato hay que parar el partido, ver qué dice el árbitro, que no suele coincidir con el vídeo. Mientras, todo el mundo se pone nervioso. Se enfadan en la grada y en el campo. Un verdadero desastre. Sin embargo, en la Serie A de Italia, en el Calcio, en cada partido hay cinco árbitros (el principal, dos jueces de línea y los dos de área) y en el último año los errores se han reducido a la mitad. ¡Funciona! Y luego está el precio de la tecnología. Meterla en Champions, en toda la zona UEFA, costaría 52 millones de euros. Una barbaridad. Una cantidad demasiado alta para un gol fantasma cada mucho tiempo. Para mí es algo imposible.

—Pero todo el mundo se acuerda del gol de Lampard a Alemania en Sudáfrica...

—En la Copa del Mundo se va a usar la tecnología de la línea de gol. Acepto esta tecnología siempre que no suponga ir cediendo a las máquinas el trabajo de los árbitros. Por eso estoy dispuesto a estudiar introducir exclusivamente la tecnología de la línea de gol en la Eurocopa 2016, pero junto con los cinco árbitros por partido. Eso permitiría a los jueces de área centrarse en las jugadas de su parcela, en los penaltis, en los saques de esquina, y saldríamos todos ganando. La tecnología de la línea de gol ha sido aceptada por la Internacional Board y estoy obligado a pensar en ello y, en este apartado, a cambiar de opinión.

—Usted y Blatter tienen diferencias sobre este asunto.

—Blatter es mayor que yo, pero es un hombre moderno. Me ha convencido con la tecnología de la línea de gol. Pero sabe que no iré más allá.

—¿Es cierto que hay una guerra entre Collina, jefe de los árbitros de la UEFA, y Busacca, el de la FIFA?

—No hay enemistad ni rivalidad. Los árbitros toman decisiones aplicando o interpretando el reglamento. Pero los árbitros se entienden bien entre ellos. Surgen polémicas, porque en el fútbol hay jugadas polémicas. Es parte del juego, de nuestro deporte.