Tablas en el derby de Liverpool, que fue un monumento al fútbol

Everton y Liverpool se repartieron los puntos en un derbi para la historia. No exagero. Empezó con dos goles, uno por bando, en los primeros 8 minutos y terminó con un tanto de Sturridge en el minuto 89 para establecer el definitivo 3-3. Entremedias, hubo la pasión de un derbi mítico como el de Merseyside, el ritmo vertiginoso del fútbol inglés, la clase de Luis Suárez, el poderío de Lukaku y el talento sin techo del esperanzador Deulofeu. Hasta el árbitro contribuyó al espectáculo dejando fluir el juego y pasando por alto alguna entrada de roja, como una de Mirallas a Luis Suárez.

Coutinho abrió el marcador en el minuto 5 pero solo tres más tarde Mirallas puso las tablas. Vuelta a empezar y turno para Luis Suárez, que en el 19 hizo el 1-2 con un buen disparo de falta. El segundo gol red calmó un poco la tempestad inicial, al menos hasta el descanso.

Después, Roberto Martínez dio entrada a Deulofeu y el catalán reactivó el partido a base de fintas, eslálones inverosímiles y una pizca de magia. El Everton encerró al Liverpool en su área y Mignolet sostuvo las embestidas toffes con dos manos providenciales, ante Deulofeu y Lukaku. A la contra, Allen perdonó solo ante Howard el 1-3 y dio aún más energía al equipo local, que se lanzó desbocado a por el empate hasta encontrarlo en el minuto 72, tras un remate de Lukaku.

Brendan Rodgers, técnico de Liverpool, sacó los tanques y como diciendo” o tres puntos o nada” metió a Sturridge, delantero, por Lucas, pivote poco después de haber remplazado a Allen por Moses. El cambió descompuso aún más a su equipo y Lukaku lo aprovechó para hacer el 3-2 rematando de cabeza un córner provocado por Deulofeu. Muchos se acordaron entonces de la valentía innecesaria de Rodgers pero el partido aún tenía guardada una última sorpresa: un gol de Sturridge, un zarpazo definitivo para dar un punto a su equipo y redondear un encuentro glorioso, el mejor de lo que va de Premier.