Bale no brilló en el empate de Gales ante Finlandia

Bale estuvo gris. Como Gales, como el amistoso ante Finlandia que acabó con empate a uno. Jugó los 90 minutos pese a que Coleman alucinara no hace muchos días con el hecho de que el Madrid lo utilizara tanto sin haber hecho pretemporada. Bale estará mañana de vuelta con Ancelotti. No tendrá que sufrir otro partido desesperante con su selección (48ª en el ranking UEFA) porque no hay otro amistoso programado esta semana. Aunque Coleman insiste en echar la pelota al ‘verde’ y jugarla como idea de futuro y pretende crear un modelo en torno a Ramsey y el propio Bale, parece que el madridista no tendrá nunca el apoyo de su selección para brillar, como sí lo tiene Cristiano en Portugal, Messi en Argentina, Ribery en Francia o los cracks españoles con La Roja. Bale será lo que sea con sus clubes.

Con la psicosis del episodio de Khedira aún en la cabeza, Ancelotti y su cuerpo técnico sudarían sangre cuando nada más empezar el partido Bale fue objeto de dos ‘entradones’. Uno en el minuto 2. El tobillo izquierdo de Bale se torció y cojeó unos minutos. Otro en el minuto 4, cuando Uronen llegó tarde a despejar e impactó una dura patada en la tibia derecha del madridista cuya imagen, dicho sea de paso, no inspiraba mucha confianza por el entramado de cintas terapéuticas pegadas a su muslo izquierdo (el que le está dando problemas). No sólo Gales tiembla de miedo con la posibilidad de que el crack se lesione estando con ellos, lo hace también el propio Bale…

La aportación del madridista se limitó a tres disparos a puerta, uno de ellos con bastante peligro, después de su jugada favorita: partiendo desde la derecha (jugó ahí de inicio) se cruzó hasta la frontal para engancharla con la zurda. Pero fue King quien adelantó a Gales en el 57’ de cabeza a centro de Robson-Kanu. Y con todo resuelto los de Coleman se dejaron empatar en el 92’. Riski cogió la espalda de la defensa y resolvió con la derecha su mano a mano con Hennessey.