V. Guimaraes - Betis
Encerrona europea
Dejar la Liga a un lado y centrarse en Europa es el objetivo esta noche (21:05 Cuatro). Faltan victorias, urge seguridad defensiva y sólo se sobrevive con goles a favor.
Queremos recuperar sensaciones", decía el presidente del Betis, Miguel Guillén, justo antes de embarcar a Guimaraes, ciudad que recibió al equipo verdiblanco con una meteorología de mal agüero: frío, lluvia y un perenne cielo gris. Pero Guillén se quedaba corto: la preocupante espiral en la que se ha enredado el equipo de Mel tiene como medicina, sobre todo, buenos resultados que le den la vuelta a una confianza bajo mínimos. Dejar la Liga a un lado y centrarse en Europa es el objetivo. Faltan victorias, urge seguridad defensiva y sólo se sobrevive con goles a favor. Al menos en esta Europa League, el Betis sigue de momento una senda correcta, segundo igualado a puntos con el Lyon, pero una derrota esta noche complicaría también mucho sus opciones de pasar a dieciseisavos. Con poco margen de maniobra, además.
Mel se dejará de rotaciones y alineará a un equipo básicamente similar al que tan buena segunda parte (en el plano ofensivo) hizo en Málaga, aunque sin rédito alguno y con una derrota en el último instante. Con sólo dos centrales sanos (el canterano Caro, que debutó en La Rosaleda, será titular), arriba sí tiene el técnico algo más donde escoger para su once. Puede seguir Vadillo a pesar de sus molestias y tendrá algo de descanso Jorge Molina, metido en una de esas rachas (malas) de delantero. Braian apunta a sustituir al alcoyano. Al equipo local, mientras tanto, le han cortado las alas titulares (Matías y Malonga) pero le puede regresar el gol que no tuvo en Sevilla con Maazou, que ha hecho dos tantos en esta fase de grupos.
Fue aquí en Guimaraes donde nació el primer rey de Portugal, Afonso Henriques, cuyo nombre bautiza al estadio donde Vitoria y Betis juegan esta noche. Afonso I derrotó a los árabes y luego batalló con el Reino de León en pos de la independencia, por lo que el patriotismo, el orgullo batallador contra los españoles, está esculpido en esta localidad de piedra desde hace ya muchos siglos. El equipo verdiblanco será recibido en un estadio casi lleno y con una atmósfera, además, sobrecalentada innecesariamente por los desagradables incidentes acaecidos entre los ultras béticos y la Policía sevillana y los hinchas portugueses que acudieron al Villamarín. Huele a encerrona, en lo deportivo y también en lo ambiental.