Oporto - Atlético de Madrid
Simeone y el templo maldito
Diego Costa cumple su último partido de sanción y obliga a cambiar de referente (20:45, TVE1). Villa tendrá que asumir galones ofensivos junto a la bicefalia Koke-Arda.
Las bolas de la Champions tienen dos características básicas: no hay exfutbolista que logre abrirlas y son esferas de costumbres. Así, salvo sorpresa, al Barça le toca el Milán; al Madrid, el Lyon, y al Atleti, el Oporto. Sólo otras dos veces jugaron los rojiblancos El Torneo en este siglo XXI y ambas acabaron igual: con muerte sin honor ante los dragones. Pero eso era 2009, cuando el Cholo aún no había acudido a resucitar el orgullo y la grandeza del Atleti.
Ahora, los de Simeone regresan a su particular templo maldito con ocho victorias seguidas (siete en Liga y el Zenit) y la etiqueta de equipo más en forma del continente. Pero, hablando de etiquetas, parece que Fonseca, técnico del Oporto, no vio el derbi y describió al Atleti como "equipo italiano". Ancelotti cometió un error parecido ("son agresivos, pero tenemos más calidad") y aquello acabó como un remake de Fiebre del sábado noche: fiesta y baile...
Eso sí, en O Dragao al Atleti le faltará Travolta. Diego Costa cumple su último partido de sanción y obliga a cambiar de referente. Villa, por ahora a la sombra alargada de su compinche, tendrá que asumir galones ofensivos junto a la bicefalia Koke-Arda. Con Adrián de baja, Simeone maneja dos alternativas para suplir a Costa: la conservadora (Raúl García) o la osada (Leo). Veremos.
Poco arte. El que sí jugará es Godín, recuperado de un esguince de rodilla. Es la primera de las dos buenas noticias para la defensa rojiblanca. La otra, que el brillante Quintero será suplente en favor del trabajador Varela. Jackson se ha confirmado como delantero de élite y Lucho parece tener escondido en casa un retrato que envejece por él, pero al sólido Oporto le está faltando imaginación.
Donde impresiona es en defensa. Danilo y Alex Sandro son pura escuela brasileña, laterales con alma de extremo; Otamendi cumple siempre y Mangala es central de equipo enorme. La media de edad de los cuatro no llega a los 23 años y Pinto da Costa ya se relame. Pensando en el dinero, claro, si lo que cruza su mente es el Atleti, la risa se vuelve nerviosa.