Corazón Classic Match | MADRID 2 - JUVENTUS 1
Zidane puso la magia
70.000 aficionados volcados con el partido ovacionaron cada gesto del jugador marsellés. Luis Figo, Iván Pérez y Montero, goleadores del Madrid-Juve de veteranos.
En el minuto 79, Amancio Amaro (casi nada al aparato) ordenó el cambio de ese maravilloso calvo. No es el de la Lotería de Navidad, pero genera el mismo torrente de ilusiones. Miles de niños (al menos 30.000 acudieron junto a sus padres a un Bernabéu casi lleno) se pusieron en pie para batir sus palmas en honor de ese señor que les recuerda que el fútbol sigue siendo, por encima de todo, un espectáculo. Qué manera de fintar, de templar, de medir, de amagar, de girarse como un compás, de pinchar la pelota, de dirigir. Fascinante todo lo que hace. Y hacía.
El día 23, Zinedine Zidane cumplirá 41 años. Tiene motivos sobrados para celebrarlo a lo grande, aparte de los tejos que Florentino le ha tirado ofreciéndole todo el poder de decisión en la parcela deportiva. O como ayudante de Ancelotti. Lo que él quiera. Se lo ha ganado este mago apocado y tímido, que sólo se muestra en su versión on fire cuando le dejas una pelota en sus enormes pies de Hobbit.
Repertorio. A los seis minutos habilitó a Figo, dos Balones de Oro in action. El portugués soltó un latigazo que recordó a Tacconi que los años no pasan en balde. Poco antes del cambio, Zizou ensayó su gol de Glasgow con una volea que se fue alta. Los padres explicaron a sus hijos que en 2002 este hombre puso en pie a toda Europa con una acción similar. El efecto didáctico fue el mismo que si lo hubiera metido.
Pero hay lujos y fútbol más allá de Zidane en este Classic Match que ayer nos recordó tiempos mejores, menos convulsos y con más títulos. Illgner, Hierro, Fernando Sanz, Roberto Carlos (¡tan jovial como siempre!), Don Fernando Redondo, Karembeu, Amavisca, Dani y Morientes estaban en la plantilla de la Séptima. Qué gozada rememorar aquel triunfo de Ámsterdam, con el gol inolvidable y legal de Mijatovic (se echo en falta al montenegrino, pero sorprendentemente no le convocaron para la cita).
La Juve tenía en el banquillo a Pessotto, que fue el que invalidó el gol de Mijatovic al quedarse enganchado por venir desde la línea de fondo. En el campo quedaban 'supervivientes' del 98 como Peruzzi, Torricelli, Montero (autor del momentáneo 1-1) y el portentoso Davids. Pero no pudieron evitar la derrota. La salida de Butragueño reactivó el ataque de los anfitriones y en una triangulación con Dani habilitó a Iván Pérez, hermano de Alfonso, para firmar el 2-1 del triunfo.
También fue una gozada ver a Santillana, pasándola de espuela con sus 60 años a cuestas. O a Buyo e Illgner guardar su guarida con aplomo. O a Cannavaro (¿futurible con Ancelotti?) jugar con ambas camisetas. También vimos a Pavón, lo que nos hizo rescatar por un momento el famoso eslogan de Zidanes y Pavones.
Florentino sonreía en el palco. También lo hizo cuando la megafonía anunció la nueva hazaña de Nadal en París. Otro rey vikingo. Al menos, este Classic Match-Veracruz nos hizo olvidar el triste fin de curso. El verano será largo...