LA FIESTA DE LA DÉCIMA
La conjura de Los Ángeles de San Rafael condujo al Atleti al título
El equipo se marchó a Los Ángeles de San Rafael el miércoles. Allí descanso el equipo y el jueves, el Cholo se reunió con cada uno de los jugadores de manera individual.
La conjura de Los Ángeles de San Rafael tuvo como consecuencia la victoria rojiblanca ante el Real Madrid. Simeone sabía que el aspecto psicológico sería fundamental para vencer a un equipo como el Madrid, que es el eterno rival, que iba a jugar en su casa y que encima llevaba 14 sin terminar un derbi derrotado. Por eso el Cholo decidió llevarse a sus futbolistas a un retiro espiritual en la localidad segoviana, esa que tan bueno recuerdos le trae de su época de jugador. Allí estuvo concentrado el técnico rojiblanco justo antes de partir a Zaragoza para alzar la Copa del Rey de 1996 ante el Barcelona.
El equipo se marchó a Los Ángeles de San Rafael el miércoles justo después del entrenamiento vespertino. Allí descanso el equipo y el jueves, un día antes de la final, el Cholo se reunió con cada uno de los jugadores a solas para motivarles de forma individual. Simeone ha demostrado ser un gran gestor de grupos y la motivación es su principal estrategia, al margen de los conceptos futbolísticos que lleva a cabo.
El trabajo de motivación no terminó ahí, porque justo al término de los noventa minutos antes de la prórroga arengó a sus jugadores reunidos en círculo en torno a él antes de comenzar la prórroga. El testigo en ese momento lo cogió Arda. Éste también soltó varias proclamas en ese círculo e instó corriendo a Simeone a que volviera a él para oírlas: "¡Vamos a luchar, vamos a ganar!", dijo el futbolista turco.
Poco después, el Atlético superó al Madrid en la prórroga, gracias en gran parte la preparación física del Profe Ortega, y se llevó la ansiada Copa. Después todo fueron festejos, dentro del vestuario y fuera. Tras atender a los medios se trasladaron a una discoteca del centro de Madrid donde cenaron y disfrutaron de la fiesta del campeón. El trofeo presidió la cena y todos querían una foto con ella. Cerezo se pasó por allí e incluso Martín Presa, presidente del Rayo, estuvo en el local y felicitó al equipo vecino.