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ATLÉTICO | COPA DEL REY

"Lo mejor de los atléticos es que nunca dejamos de creer"

Simeone fue aclamado por la afición en Neptuno, a la que agradeció su fe en el equipo: "Hicimos lo que teníamos que hacer, ganar y ganar en el Santiago Bernabéu".

Madrid
Diego Simeone, en Neptuno.
Jesús Álvarez Orihuela

Neptuno no se cansa. Cinco títulos en las últimas tres temporadas. Tampoco se cansan los seguidores del Atleti. Ayer de nuevo respondieron a la llamada y más de 40.000 gargantas se unieron para corear a los colchoneros y festejaron por todo lo alto una Copa del Rey. Entre esas gargantas había muchos niños que copaban las primeras filas. Niños que todavía no sabían lo que era ganarle al Madrid y que en la noche del viernes debutaron saliendo por la puerta grande. Esos niños iban acompañados de unos padres que disfrutaban, quizá recordando emocionados cuando ellos festejaron la Copa del 92, ganada al mismo rival y en el mismo escenario. Las historias se repiten.

A las 20:25 apareció el autobús descapotable del Atleti en la plaza, con la Copa en lo más alto. El trofeo iba escoltado por Juanfran y Raúl García. Mientras, la euforia contenida en los momentos de espera se desataba, el himno colchonero sonaba. Los jugadores unían sus voces a las de la afición y el Cebolla amenizaba la fiesta del autobús con un bombo. Junto a ellos una representación del equipo de balonmano rojiblanco (también campeones de Copa), con Hombrados, su capitán, al frente, que compartió la rúa con plantilla. Ellos fueron los primeros en aparecer por la pasarela que se dispuso en frente de la estatua.

Tras ellos, los jugadores del Atlético fueron presentados uno a uno. Courtois, el primero, fue recibido por un intenso griterío. Su nombre fue de los más coreados por unos seguidores sabedores de que es uno de los héroes de esta Copa. Tras él Asenjo, Manquillo, Filipe, Godín, Pulido, Cisma, Cata Díaz, Juanfran, Insua... El último defensa en salir fue otro de los protagonistas de la final: Miranda. El brasileño fue aclamado al mismo nivel que el de los mayores ídolos de esta plantilla. Ya tiene un hueco en la historia del Atleti. Luego fue el turno de Mario, Koke, Arda (que se señaló a la cabeza rapada haciendo alusión a la promesa cumplida), Cebolla, Saúl, Óliver (que se llevó la mano al corazón cuando escuchó su nombre coreado), Adrián, Diego Costa... Y por último aparecieron Simeone y los capitanes (Tiago, Falcao y Gabi). Al Tigre le gritaron: "Falcao, quédate". Gabi, con la Copa en la mano, fue recibido por el pasillo que le hicieron sus compañeros.

Al grito de "Madrid entera se siente colchonera" y con toda la plantilla en el escenario comenzó el tiempo de hablarle a la afición. Con el repetido "Ole, ole, ole, Cholo Simeone" comenzó el técnico a hablar: "Lo mejor que tenemos los atléticos es que nunca dejamos de creer. Llevábamos 14 años sin ganar, pero insistimos y ganamos en el mejor partido, en una final y en el Bernabéu". Tras los discursos, el cava bañó a todos mientras la afición seguía recordando al eterno rival derrotado el viernes: "Madridista el que no bote".

Tras la vuelta triunfal de los jugadores por la plataforma llegó el momento culminante de la noche. Gabi, como capitán, se encaramó a la estatua de Neptuno y le colocó una bandera del Atleti en el cuello y una bufanda en el tridente. El dios ya no se sorprende con estos complementos. Sólo espera que le vuelvan a visitar con la Supercopa de España.