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Federico Alegre

"Hicieron bien en exponer la Copa que rompió Sergio Ramos"

La familia Alegre trabaja con la FEFdesde 1940. Federico, nieto del fundador, cuenta a AS su experiencia. "La Copa la tenemos preparada desde hace unos quince días".

Federico Alegre.
Jesús Rubio

¿Está lista la Copa?

Por supuesto que sí. La tenemos preparada desde hace unos quince días.

¿El Barcelona la devolvió con muchos golpes?

No, no llegó muy golpeada. Los equipos que la ganan tienen museos y gente especializada que la cuidan mucho. No es como antiguamente. Cuando se pasea más la Copa, en aquellos equipos que están menos acostumbrados a ganar, viene con golpecillos. Pero a mí no me importa porque eso significa que le han dado el mérito que tiene la competición.

Por ejemplo...

Cuando ganó la Copa el Betis. La llevaron hasta la boda de Joaquín y la pasearon por todas las peñas. Me parece muy bien.

¿Qué se le ha hecho?

Se desmonta, se ve donde están los daños, se monta y se vuelve a dejar como el primer día. Soy de los que quiero mantener siempre los mismos materiales que cuando se fabricó.

¿Las peanas las cambia de vez en cuando?

Sí, más a menudo. La peana viene golpeada, lleva una capa de poliéster y con los golpes salta y como hay que modificar chapitas pues se cambia.

¿Cuántos años haciendo las Copas para la Federación?

Pues desde 1940. Este es un negocio familiar de mi abuelo. Tras la guerra, decidió montarlo. Entonces se llamaba la Copa del Generalísimo y también la hacíamos. En 1976 Porta nos ordenó cambiar el modelo y creamos esta.

Su mal trago fue cuando a Ramos se le cayó la Copa.

Soy muy precavido. Siempre pensé que podía ocurrir con la Copa en un momento dado de la entrega, un día antes, una caída. Así que pensé que lo mejor era tener un plan B y era tener una réplica. Cada final de Copa del Rey estoy en el estadio donde se disputa y está la que se va a entregar y una réplica por si acaso. Nunca pensé que se caería de un autobús.

¿Cómo se enteró?

Venía de Valencia con mi sobrino. Estábamos a 70 kilómetros de Madrid y nos enteramos por la radio del percance. Cuando me di cuenta de que no era una broma, pisé el pie derecho y tiré al Bernabéu. Llevaba la réplica en el maletero. Le pedí por favor al de seguridad entrar al párking. Me vio la cara y me dejó. Llegué tres minutos antes que el autobús descapotable. Bajó Herrerín con Dudek y vi una caja tapada con una bandera. Me dijo: "Pero ya estáis aquí". Fuimos a su despacho y vi que estaba destrozada. Inmediatamente le entregué la otra para dejarla en el museo.

¿Le parece bien que esté expuesta la rota?

Es una anécdota simpática y hacer desaparecer ese trofeo sería un error. Han hecho bien en exponerlo. Le harán más fotos que a una que esté bien.

¿Cómo es el proceso de creación de la Copa?

Primero se parte de unos bocetos y, desde ahí, se hace un utillaje de nylon y se va tallando y cincelando el trofeo. Tiene 77 centímetros de altura y pesa unos 17 kilos. Al año le entregamos al equipo ganador una réplica de 50 centímetros.

¿Con quién va?

Soy socio del Madrid desde que nací, hace 50 años. Además, era muy mourinhista. Siempre le defendí, pero las declaraciones de la última semana no me han gustado. Mis amigos me lo echan en cara. Le he defendido a muerte, pero cuesta ya hacerlo por todo lo que ha dicho.