REAL MADRID - ATLÉTICO
"En el Bernabéu acabará la maldición con el Real Madrid"
Desde Bélgica y otros 7 países los atléticos se movilizan. "El Atlético no tiene fronteras", narra Filip Standaert mientras explica cómo nació su sentimiento rojiblanco.
Hemos alquilado el hostal Edreira en la calle Atocha toda una semana para poder ver al Atlético campeón en el Bernabéu". Así, con toda la naturalidad del mundo, cuenta Filip Standaert, germen de la peña atlética belga, como 63 de sus componentes velan armas desde la semana pasada en Madrid para asistir a la final. Y no son los únicos que van a desafiar a la distancia para poder estar en el partido. Otras siete peñas internacionales rojiblancas han confirmado su presencia.
Desde Estados Unidos, de Gran Bretaña, Holanda, Luxemburgo, Alemania, Polonia y Rumanía. Van a hacer cientos de kilómetros para ver a su equipo intentar romper, por fin, la maldición contra el eterno rival. "El Atlético no tiene fronteras", narra Filip Standaert mientras explica cómo nació su sentimiento rojiblanco tras una estancia en Madrid por trabajo. "Acabé la carrera y me instalé en Pan Bendito. Quería ir al fútbol y me dijeron que el Atleti era el equipo del pueblo. Asistí a un Atleti-Celta y me enganchó. Luego se lo conté a mis amigos y así nació la asociación", explica. Los peñistas belgas asistieron el domingo al partido frente al Barcelona. Estuvieron 63, contando a tres escoceses que viven en Londres. En el Bernabéu sólo podrán estar unos 18. "Muchos han pedido vacaciones y no hay entradas suficientes, los que tienen que regresar hoy a Bélgica, verán el viernes el partido en nuestro local, en Gante", explica un Filip que reconoce el sacrificio que han tenido que hacer, ya que la inversión para poder estar en el Bernabéu, además de recorrer los poco más de 1.500 kilómetros, es que en tiempos de crisis se han gastado en torno a 500 euros.
Habitual. De todas formas estos belgas ya se han habituado a hacer kilómetros por su Atleti. Han asistido a las últimas finales europeas y tienen un gran presentimiento. "En el Bernabéu se acabará la maldición con el Madrid. Esa mala suerte que nos persigue quedará allí enterrada", desean optimistas los belgas mientras AS les acompaña durante el recorrido que hacen por el Vicente Calderón, algo ya casi protocolario, que hacen siempre que vienen a Madrid para algún partido. Estos aficionados centroeuropeos han viajado con otra motivación más: ver a su compatriota Courtois levantar la Copa. "Ojalá lo haga y se pueda quedar en el Atlético, al menos, un año más".