MUSEO | BORUSSIA DORTMUND

Un Paseo de la Fama del equipo que termina en el Borusseum

Cien estrellas recorren la ciudad desde la primera sede al estadio. Los hinchas del club alemán han colaborado y aportaron más del 50% de los objetos exhibidos.

Los visitantes no sólo aprenden la historia del Borussia sino que pueden disfrutar de varias actividades dentro del mismo Museo.
Carlos Martínez
Marco Ruiz
Nació en Granada en 1977. Licenciado por la Universidad Europea, entró en AS en 1999, por tanto, es canterano y ‘one club man’. Tras hacer la información del Atlético dos años pasó a formar parte de la sección del Real Madrid, de la que ahora es su Redactor Jefe. Cubrió la Eurocopa de 2008, tres Mundiales de Clubes y una final de Champions.
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En 2009, coincidiendo con el centenario del Borussia, sus dirigentes y el periódico local Ruhr Nachrichten tuvieron una idea. Crear un Paseo de la Fama al estilo Hollywood. Cien estrellas que simbolizan, cada una, un hecho histórico de la entidad, un título, una leyenda del fútbol. La primera se colocó en la cervecería donde el 19 de diciembre de 1909 un grupo de jóvenes trabajadores de la industria del acero y la minería fundaron el Ballspielverein 09 Dortmund. La palabra Borussia se tomó de un tipo de cerveza que allí se bebía. Las 100 estrellas recorren la ciudad e incluso hay un tour guiado (a tres euros) para andar el camino que lleva hacia el estadio, donde está colocada la última estrella de este curioso Walk of Fame. El director deportivo Zorc, por ejemplo, tiene la suya justo a la entrada de las oficinas de la entidad. La de Mathias Sammer (ahora director deportivo del Bayern) está en la céntrica Frienzplatz.

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Una vez en el Signal Iduna Park el aficionado puede visitar el Borusseum, el único dedicado a un club en el que los propios aficionados han colaborado aportando más del 50% de los objetos que allí se exhiben: entradas, pegatinas, cuadernos con sus cromos pegados de los años 60, muñecas de esa época vestidas de negro y amarillo... Y hasta un sujetador de satén de 1950 de la marca Felina, la primera que empezó a comercializarlos (imaginamos que de una acérrima aficionada). Se trata de un espacio interactivo en el que es frecuente ver a los más pequeños jugar al futbolín o a los mayores leyendo el periódico y tomando café en el bar temático. Es su museo y a la vez su propia casa. Y en él tiene un lugar especial la Copa de Europa conquista ante la Juve en 1996.

En su vestíbulo de entrada hay un inmenso mural con 3.000 pequeños paneles en los que cualquier hincha puede inscribir su nombre y formar parte de la historia del club por el precio de 109 euros, una cifra que tiene relación con la fundación de la entidad.

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