Özil jugará a unos 30 kilómetros de la casa en la que creció

Tras sus dos goles al Betis, Özil llega a Dortmund con el diente afilado. Y aunque Cristiano es Cristiano, Mesut será el hombre del partido en esta zona, entre la cuenca minera del Ruhr y Westfalia, donde varias oleadas de emigrantes formaron una gran comunidad turca. Jugará a 30 kilómetros de la casa que le vio nacer y donde dio sus primeras patadas a un balón, el campo al que él mismo denominó Jaula de Monos "porque estaba rodeado por una gran verja".

Paseamos por el barrio de Bulmke, en Esse, rodeados de uniformes casas de gruesos muros de ladrillo oscuro que fueron construidas a finales del 1800 para los técnicos de las minas y donde luego se acinaron los emigrantes turcos, como el abuelo de Özil (Mustafa) que llegó en los 60. El madridista es alemán de tercera generación y musulmán. Y un ídolo en la zona para los niños: "¡Queremos ser como él!".

Es fácil encontrar la casa que él mismo compró a su familia preguntando por estas tranquilas calles. Mejoraron la vivienda, pero no quisieron abandonar el barrio. Nos permitimos la licencia de llamar al timbre sin temor a equivocarnos (está identificado con una placa, "Özil", aquí no hay de qué esconderse). La madre, Gulizar, deja claro que no quiere fotos, pero es amable (y poco habladora). La hermana mayor, Nese, que parece su doble, regenta un negocio en Dusseldorf y se limita a drescribirle como "un chico tranquilo, muy familiar". Y prosigue: "Aquí puede pasear sin problemas. Es uno más, todos le conocen y suele venir con frecuencia cuando puede. Siempre fue muy tímido y lo sigue siendo...". Y por eso siempre se le veía de un lado a otro, mirada abajo, con el balón pegado al pie queriendo ser Zizou. Su hermano mayor, Mutlu, está a caballo entre Madrid y Essen (como el padre), donde Özil patrocina un discreto equipo local, el Fertina Sport.