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La intrahistoria

El Mónaco tendrá ahora que hacerse (realmente) francés

Una nueva normativa de la Liga franesa le obligará a ello. El Mónaco tendrá que pagar impuestos como cualquier otro club galo, se acabaron las exenciones.

Ocampos, que señala al cielo, Riviére, Mendy y Abbadi festejan un gol del Mónaco de Ranieri.
AFP

Hablar de dinero cuando se habla de Mónaco es una redundancia. Así que no es nada extraño que el club de fútbol del diminuto pero tan mediático principado se postule como uno de los nuevos ricos del fútbol francés. Históricamente, el Association Sportive Mónaco FC ha sido reconocido como uno de los clubes más respetados de la liga gala, donde ha ganado siete Campeonatos, cinco Copas de Francia y también alcanzó una final de la Champions (perdida frente al Oporto de Mourinho). También fue valorado el Mónaco por su buena cantera, de la cual salieron estrellas como Lilian Thuram, Thierry Henry o Emmanuel Petit.

Como otras entidades importantes del fútbol francés (Lens, Nantes), el Mónaco ha tenido la desgracia bajar a Segunda en mayo del 2011 pero, unos meses después, le apareció un salvador, un millonario ruso decidido a volver a dar brillo al viejo club. Dmitry Rybolovlev compró el 66,67% de la acciones del club rojiblanco, fichó a Claudio Ranieri y las consecuencias de sus inversiones ya se ven claramente. Líder indiscutible de Segunda, el Mónaco tiene ya casi asegurado subir a Primera en las próximas semanas.

Sin embargo, el club se enfrenta ahora a un problema que puede frenar sus grandes ambiciones entre las cuales se incluye el deseo de hacerle la competencia al ahora todo poderoso Paris Saint-Germain de los qataríes. Una nueva norma de la Liga francesa obliga a que, a partir del 1 de enero del 2014, todos los clubes que participan en el campeonato galo tengan su sede en el territorio francés, lo que no es el caso del Mónaco, que es una entidad afincada legalmente en el principado, un país soberano. Tal cambio supondría una pérdida de las fabulosas ventajas fiscales que ofrece el territorio dirigido por Alberto II ya que los futbolistas extranjeros del club no pagan impuestos y los franceses cotizan un 20% menos. La situación es tan complicada que, incluso, se llegó a pensar que el equipo monegasco pudiera pedir jugar en la liga italiana.