Valbuena guía a Francia, que recibirá a España como líder

Francia cumplió el trámite y venció a una modesta selección de Georgia con más complicaciones de lo previsto y reiterando que tiene un grave déficit goleador. El mayor problema de Benzema ahora mismo no es cantar el himno francés. El madridista sigue negado ante la portería contraria cuando juega con los bleus (ayer fueron de azul celeste) y ya suma 929 minutos sin marcar y eso no es presentable en una selección como la francesa que aspira a su días de grandeza.

Georgia se plantó en París con un esquema sin grandes sorpresas. Ketsbaia cree en el controgolpe sobre todas las cosas y plantó a casi diez hombres delante de su portero, esperando que algún error francés en la cobertura, donde debutó con solvencia el madridista Varane, le diera alguna posibilidad de éxito. Y bien que lo pudo conseguir si Lloris no hubiera estado acertado en un par de ocasiones.

Francia dominó de principio a fin, con el toque de Valbuena y la gran presencia física de Pogba, pero creó pocas ocasiones. Bien es cierto que el partido pudo haber sido distinto si Ribéry no hubiera estrellado un remate en el larguero en el minuto 5 después de un gran eslálom por la izquierda.

Pero cuando todo parecía que al descanso se llegaría con un decepcionante 0-0 para los intereses locales, Giroud rompió el muro georgiano con un gran cabezazo tras un medido saque de falta de Valbuena.

Con el marcador a favor, Francia apareció más entonada y cuando mucha gente no había vuelto del bar, Valbuena, el mejor del partido, ya había hecho el segundo gol galo y el partido se convirtió entonces en un auténtico monólogo local y finalmente en un delirio cuando Ribéry marcaba el tercero coincidiendo con el empate finés en Gijón, que hace a Francia líder del grupo y obliga a España a conquistar París si no quiere ir a la repesca.