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PREMIER LEAGUE | QPR 0 - MANCHESTER 2

Rafael se reivindica con un gran gol y el United huele a campeón

Giggs redondeó la victoria en Loftus Road ante el flojo QPR de Granero. Ferguson protegió a Van Persie y los devils, sin Rooney, jugaron seguros y a placer.

Rio Ferdinand reivindica a Rafael después del golazo del lateral.
Rio Ferdinand reivindica a Rafael después del golazo del lateral. OLLY GREENWOODAFP

Con el aroma distinguido de Ryan Giggs, que celebró el 0-2 como el caballero que es, el Manchester United dio otro pasito hacia una Premier que ya tiene en el bolsillo. Ganó en Loftus Road, en otros tiempos una guarida casi inaccesible o al menos fiera y un chollo esta temporada. Se hunde el QPR de Granero a pesar de sus fichajes invernales de postín y se elevan los devils. El United está sobrio y seguro de lo que hace. Un peligro para el Madrid.

Ferguson sólo tuvo un contratiempo durante el partido. El escocés atajó el golpe en el costado de Van Persie por las bravas y le sustituyó por Welbeck. El honorable Sir Alex no quiere ni un contratiempo antes de la visita del Madrid. Se observa un United determinado. De Gea, que hizo una parada de mérito en la segunda parte ante Remy, ha crecido en los últimos meses. Ferdinand, Vidic y Carrick formaron un excelente cordón de seguridad y Rafael, el patito feo en el Bernabéu, sorprendió con un gol de bandera en la primera parte. En la misma jugada en que se lesionó Van Persie, el balón salió rechazado por Julio César. Apareció Rafael y empaló el balón con clase. Ferdinand le abrazó y le señaló ante la gente como símbolo de reivindicación. “Este también es nuestro, y es bueno”, pareció decir el central, uno de los cabecillas del vestuario. La trayectoria que describió el balón en el gol del rechoncho lateral fue perfecta.

Rafael se rehabilitó, Giggs sacó el violín y el United controló el partido casi sin apuros. Ha llegado tramo decisivo en plenitud y se le ve más seguro de su plan que en otras ocasiones. Hace todo sin excesiva brillantez pero con mucha ortodoxia. Es un ejemplo de pragmatismo y gana con Rooney o Chicharito, con Van Persie o Welbeck. Cambia cartas (Nani y Young por Valencia o Kagawa) y no se resiente. Ha adquirido una demoleadora rutina ganadora.

El QPR de Redknapp en el que Granero es absolutamente intrascendente y que se ha convertido en un equipo de aluvión invertebrado, fue poca cosa para un equipo que vuelve a sentirse campeón. La Premier va a volver a cruzar de acera en Manchester y a Fergie, que mimará a Van Persie lo que sea necesario, se le ve feliz. El Madrid debe estar alerta.