Manolo Jiménez reta a Unai Emery en su debut en Nervión

Ni el peor momento del Sevilla en años, ni el mal ciclo por el que atraviesa un histórico como el Zaragoza. Nada impide calificar la cita de esta tarde en el Sánchez Pizjuán como un auténtico partidazo. Un mano a mano en busca del premio de una semifinal de la Copa del Rey. Casi nada. En la ida, ambos dejaron todo reducido a 90 minutos. El 0-0 no fue del todo malo para los aragoneses, pues le otorga la inestimable ventaja de que le valen dos de los tres resultados posibles hoy en Nervión. Sólo ganar hace que salgan las cuentas de Unai Emery en su puesta de largo en el coliseo sevillista. Es lo que tiene ir con la pólvora mojada a todas partes.

La Copa es un salvoconducto ideal para que el Sevilla se reconcilie con una afición que está de uñas y para llegar al objetivo marcado inicialmente en la Liga: Europa. Y justo entre todo ese barullo, vuelve Manolo Jiménez, que dividió al sevillismo en un debate que al final lo devoró. Un triunfo de su Zaragoza hoy provocaría una auténtica guerra civil en Nervión.

Tal y como demostró en la ida, Jiménez tiene claro por dónde se puede decidir la eliminatoria: el centro del campo. El técnico andaluz apostará por plagar de hombres la medular, donde no estará Apoño, una de sus muchas bajas. Arriba dará descanso a Postiga: jugará Álamo. En el Sevilla es todo más previsible. No hay bajas más allá de Trochowski y Perotti, por lo que el once, pese al secretismo, sólo presenta la duda de Kondogbia o Maduro junto a Medel.