Y se hizo la luz...

Así, sí. Después de los fiascos frustrantes de Getafe y Sevilla, el madridismo exigía una imagen de su equipo más cercana a ese campeonísimo de los 100 puntos y 121 goles. No es que el Madrid cuajase un partido de PlayStation en Vallecas ante el valiente Rayo de Paco Jémez, pero al menos nos recordó en algunas fases aquel rodillo que al contraataque destrozaba a sus rivales con una pegada que ni Foreman en sus buenos tiempos. La jugada del 0-1 fue de manual. Ese pase de espuela de San Marcelo a Cristiano, la prolongación del portugués a Di María y la pedazo de asistencia del Fideo a Benzema nos recordaron que cuando los boinas verdes de Mourinho se ponen las pilas son como el escorpión negro de cola gorda: letales. El Madrid se comportó con entereza, como un equipo-equipo. Sólo le faltaba jugar en lunes. Y afrontó el reto con la contundencia que exige su historia. I like mondays (Me gustan los lunes). Espero que no se me enfaden los míticos Boomtown Rats. Ya el año pasado los blancos ganaron los domingos por la mañana (7-1 a Osasuna y 3-0 al Sevilla). El Madrid no entiende de horas. Sólo sabe ganar y ganar.

Esperanza. De una tacada, el Madrid dio un estacazo en la clasificación. Pasó del puesto 16º al 7º. El Barça se acostó el domingo a 11 puntos y se las prometía muy felices. Anoche lo hizo a sólo ocho, amedrentado ante la posibilidad de verse sólo a cinco tras el Clásico del 7 de octubre. Y la gente hablando de la bronca de Messi a Villa, mientras que en su eterno rival se recupera la tranquilidad con Ramos titular, Karim marcando goles y Cristiano celebrando su tanto de turno (ya lleva 152 con la camiseta blanca...).

Color gafe. Entiendo que el márketing se adapte a los nuevos tiempos y a la modernidad, pero es evidente que el verde no ha dado suerte al campeón de Liga desde que arrancó el curso. Derrota en el Pizjuán en su estreno (con crisis de vestuario añadida) y apagón en Vallecas con sabotaje sin precedentes conocidos. Mou y su gente dieron ayer un viraje inteligente. Si un color da "mufa", que diría el Loco Gatti, busquemos la normalidad. La segunda equipación es un azul marino sobrio, clásico y estético. Y se ganó sin sufrimientos. Puestos a experimentar, yo recuperaba el rojo pasión de la temporada pasada. El Castilla goleó el sábado en Guadalajara con esa atractiva apuesta cromática...

Borbalán, patético. El arbitraje es para darle de comer aparte. Borbalán evitó el 0-4 que el Madrid firmó en el campo. Los goles anulados a Benzema y Özil dañan a la vista. Y más que permitiese a Lass repartir leña a diestro y siniestro (rostro de Pepe incluido), sin que el almeriense se diese por enterado. Si el Madrid perdiese la Liga por goalaverage, debería impugnarse este arbitraje. Para algunos las luces siguen apagadas...