Falcao vuelve a escena

Hace 16 días desde que el Atleti comenzó su último partido. Desde entonces a sus aficionados les ha dado tiempo a temer que vendieran a Falcao en cuestión de horas, ver al Tigre marcar tres goles en una parte, temer que le vendieran en cuestión de minutos, ganar otro título europeo, temer que su estrella ya estuviera vendida para enero, verle marcar con Colombia otro par de goles, desear que su padre hablase menos (o nada), mirar el deseo madridista con una mezcla de recelo y orgullo, escuchar las palabras de calma del ídolo... Demasiado parón en un club donde cada día es una vida. Pero aquí estamos y aquí está Falcao con la rojiblanca. Eso es lo único que cuenta. Pregunten al Rayo...

Porque anda Paco Jémez dándole vueltas a cómo frenar al colombiano. Aunque no lo aclara, parece que apostará por una defensa de cuatro con dos de sus nuevos centrales, Rodri y Amat, como encargados de una de las misiones más imposibles del fútbol actual. En todo caso, nunca valoren al Rayo por los nombres. Nunca. Una vez más, tras perder a Michu, Diego Costa y compañía, se ha reinventado sin un euro. Un amigo rayista me lo explicaba esta semana: "El único intransferible es Felipe Miñambres, que es el que ficha". Difícil discutirlo.

Cambios. A la espera de que su nuevo ariete, Bille, rompa a marcar, vive del saber de Javi Fuego, la efervescencia de Leo y Piti y el talento discontinuo de Trashorras y Lass (hoy suplentes). Pero el que intimida es el Atleti, este Atleti al que el Cholo ha devuelto la autoestima. Con Adrián aún a medio gas, el Cebolla será titular y Emre podría ser el socio del gran Arda, ídolo y cerebro. El plan es simple: balones a Falcao. Así cualquiera.

Ofrecerán los títulos de fútbol y de balonmano

El Atlético ofrecerá antes del partido a su afición los títulos de Supercopa de Europa de fútbol y también el Mundial de clubes de balonmano, por lo que se vivirá una jornada festiva en el Manzanares. La entrada será importante, con tres cuartos del aforo, y medio millar de seguidores del conjunto rayista en las gradas. El año pasado, en jornada matinal, hubo 52.000 espectadores en las gradas.