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Georgia 0 - España 1 | La contracrónica

¡Soldado español!

Del Bosque, sabio y curtido en este tipo de corridas presuntamente afeitadas, avisó en la víspera de la trascendencia de los tres puntos. Muchos creían que era una pose, pero cuando marcó Soldado en plena agonía, todos suspiramos...

¡Soldado español!

Brasil, muy lejos aún. Conviene no quejarse más al respecto. El campeón del mundo, por bonito que fuese aquello vivido en Johannesburgo, no tiene tarjeta VIP para la cita de Brasil. Toca currarse la plaza para poder desplegar nuestro talento frente al Corcovado dentro de dos años. Equipos como Georgia, Bielorrusia (el próximo enemigo a la costa, 12 de octubre) y hasta Finlandia nos van a desesperar. Han encontrado la kryptonita que minimiza los efectos de nuestro archiconocido tiqui-taca. Consiste en ponerse diez tíos por delante de un portero (normalmente heroico, como ayer Loria) y defenderse hasta obligar a los jugones españoles a atacar como si fuese balonmano y no fútbol. En ese deporte nos pitarían 'pasivo' con seguridad. En el abarrotado Estadio Boris Paichadze vimos cómo nuestra querida España se difuminaba entre un mar de piernas de georgianos corajudos, bastos en el porte y las formas, pero nobles y valerosos en la disputa. Murieron de pie, con el portero titular caído en acto de servicio, un delantero que se desplomaba solo, agarrotado por los calambres, y un arreón final que casi nos deja con cara de hartazgo y desazón. Sergio Ramos, con un tapón a lo Ibaka, evitó el fiasco al lanzar su corpachón de Camas contra un tiro frontal de Sirbiladze que olía a 1-1, cabreo nacional y qué demonios nos pasa...

Soldado, el 9-9. Vi el partido en la redacción de AS junto a unos amigos, picados del fútbol y muy convencidos de que Torres es el delantero centro ideal de La Roja. Juan, el mayor defensor de esa máxima, me quería convencer de que a Soldado podía venirle grande el toro. Le pedí paciencia, la que sí tuvo Del Bosque con el ariete valenciano. Soldado se perdió la Eurocopa y ese palo le dejó tocado. Pero el chaval reaccionó, ha seguido ejerciendo capitanía y olfato goleador en Mestalla y ha sabido ganarse una segunda oportunidad. Hasta el realizador de televisión intuía el protagonismo de Soldado al darle casi todo el himno nacional en primer plano. Del Bosque le vio crecer en Valdebebas y supo mantenerle en el campo a pesar de que el portero georgiano le sacó un mano a mano que podía haberle dejado ofuscado y sin tino. Pero Soldado aprovechó, en plena agonía final, un pase-caramelo de Cesc para firmar el gol de oro. Tres puntos que saben a agua bendita, aunque hubo que soportar muchos tragos amargos en esta primera experiencia en esta bonita república exsoviética con parentesco íbero.

Atasco.Lo seguro es que Del Bosque debe recomponer su pizarra. Ante rivales tan replegados, jugar con cuatro defensas y un doble pivote es un honor que no esperarían ni los propios guerreros de Georgia. Como escribió Richard Dees en un ingenioso tweet, ayer parecía La Floja en vez de La Roja. Cuando Pedro y Cesc saltaron a la pradera de Tbilisi, salió el anticiclón futbolístico para España y la luz del gol salvador. Ufff...

Récord de 23. Cómo bien nos recuerda Míster Chip, llevamos 23 victorias seguidas en partidos clasificatorios de Mundial y Eurocopa. Ojalá no despertemos de este sueño...