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Liga BBVA | Real Madrid

Pepe: sólo dos faltas y un espíritu que resultó clave

"Con él, recuperamos la fe en nosotros", dice el vestuario.

<b>EL PRIMERO DE LA FIESTA. </b>Pepe lideró con sus gestos y sus bailes la vuelta que dio el equipo al Bernabéu para festejar el súper título.
javier gandul

Cuando Pepe se golpeó fortuitamente con Casillas en el Madrid-Valencia y Mourinho supo a través de los médicos que le perdía para los dos compromisos siguientes (Barça en el Camp Nou y el Getafe en el Coliseum), una sombra de duda cayó sobre el técnico portugués y sus propios compañeros. Pepe se ha convertido en un jugador imprescindible. Táctica y emocionalmente. Por eso, Mou le frenó en sus ímpetus para reaparecer en Getafe, consciente de que ante el Barça sería necesario para afrontar el asalto a la Supercopa.

Deportividad. Con Pepe en el campo, el Madrid se atrevió el miércoles a adelantar diez metros la línea de presión. La velocidad y la capacidad de anticipación del central portugués permitieron a los blancos iniciar la presión mucho más arriba, obligando a Messi a recibir a menudo casi en la medular si quería entrar en contacto con la pelota. A Pepe le ha perdido en otras ocasiones su mala cabeza, pero su madurez en el campo contagió a sus compañeros. Arbeloa y Ramos le hicieron las coberturas cuando pasó del centro del campo y, además, acabó su recital con sólo dos faltas en su haber (una de ellas la tarjeta amarilla que vio tras una acción sobre Pedro). Es más, el Bernabéu rugió cuando Messi entró fuerte a Pepe en la línea de banda, en una jugada que podría haber supuesto una amarilla para el crack argentino.

Euforia. Vimos a un Pepe más eufórico que ningún otro jugador blanco en las celebraciones por la Supercopa ganada. Primero se abrazó en el palco a Cuchi, hija de Florentino, y luego hizo lo propio con el presidente. Después bajó al césped y bailó y cantó dirigiéndose a la grada, sobre todo junto a Marcelo y Cristiano, sus principales amigos dentro de ese vestuario que le adora.

"Pepe no se come a nadie y es un chaval excepcional. Con él, recuperamos la fe en nosotros mismos. Pepe es clave para nosotros". Sus compañeros lo ven diáfano: con Pepe, el Madrid es más Madrid.