Modric se rebeló ayer y decidió no entrenarse

Modric se declaró ayer en rebeldía y se negó a entrenar, en lo que puede ser otro paso decisivo para ver cumplido su sueño de jugar en el Real Madrid. El croata llegó a la ciudad deportiva del Tottenham conduciendo su propio coche, un Bentley de gran cilindrada color oscuro que aparcó en un lugar poco accesible para ser visto por la prensa que le esperaba en el exterior del recinto: dos medios españoles y la cadena Sky Sport (con una unidad móvil) que intentaban captar la primera imagen de él tras sus vacaciones.

En medio del British Open y en vísperas de los Juegos, no se puede decir que su caso haya levantado gran expectación en Inglaterra. Sólo el presidente Levy parece empeñado en venderlo a un precio galáctico, alargando así el culebrón.

Llegada. El mediapunta apareció pronto. Eran las 9:30 de la mañana. El entrenamiento (el primero de la temporada para él y el resto de los internacionales) estaba previsto para las 11:00 horas. Pero la sesión era lo de menos para el croata. Su objetivo era hablar cara a cara con Villas-Boas. Según ha podido saber AS de fuentes cercanas al jugador, éste fue tajante: "Me quiero ir al Madrid. No hay vuelta atrás. Ahora no estoy en disposición psicológica de entrenar". El técnico (también sondeado por este periódico) fue comprensivo, pero también le dijo que el Madrid tendría que acercarse mucho a las pretensiones económicas de Levy para que se produzca su salida.

Era la primera vez que Villas-Boas y Modric hablaban cara a cara (lo habían hecho por teléfono). El técnico formalizó hace sólo dos semanas su fichaje por los Spurs. Modric le explicó los motivos por los que se quiere marchar ("ya he cumplido una etapa aquí y el Madrid es un sueño para mí, una oportunidad que no se me va a presentar otra vez"). Y tan seguro le vio de ello, de jugar en el Madrid, que Villas-Boas le emplazó al entrenamiento de hoy por la mañana, dándole libre el resto del día de ayer a pesar de que también había sesión preparatoria por la tarde. El encuentro duró algo más de media hora

Luego, Villas-Boas dirigió la sesión preparatoria (en la que estaban Defoe, Van der Vaart y Scott Parker, los otros internacionales). Modric se quedó en la sala de catering desayunando y hablando con algunos empleados, y se marchó a su casa a las 11:00, conduciendo otra vez a toda velocidad para evitar a la Prensa.

Gesto clave. Era lo que esperaba el Madrid, pero el entorno de Modric y sus agentes no quieren oír hablar de rebeldía (por eso, al menos, acudió al centro deportivo a hablar con el técnico), ya que eso iría en su contra. Aun así, lo cierto es que se ha rebelado hasta el punto de no querer entrenarse. Ahora, el objetivo de Modric es que todo se cierre antes de mañana para no verse obligado a subirse al avión para ir con el resto de la plantilla a EE UU, donde el Tottenham permanecerá dos semanas en su stage de pretemporada.

Modric lo tiene difícil ya que el culebrón parece no tener fin. Las posturas de los clubes siguen alejadas: el Madrid ofrece de 30 a 35 millones de euros y Daniel Levy (aún no está en Londres) no habla por debajo de los 45, que es lo que le ofreció el PSG, un destino que al propio Modric le parecía ideal (ante la imposibilidad de salir al United o al Chelsea, a los que Levy pedía 55 millones) antes de que el Madrid se cruzara en su camino...