FINAL | ESPAÑA 4 - ITALIA 0
El uno por uno del tricampeón
Los 23 futbolistas que convocó Del Bosque para esta Eurocopa pasarán a la historia por haber logrado un triplete único. La Selección pone rumbo a Brasil 2014 con el reconpcimiento mundial.
Casillas. 6 partidos (570 minutos). Top. Angelical. Otro campeonato perfecto. Como en Austria y Suiza y como en el Mundial. Esta vez salvó a España de la eliminación en la primera fase en un cabezazo de Rakitic en el que voló. Sobrio en el resto de partidos, en cuartos ante Francia salvó un centro con peligro de Ribèry con 1-0. Y de nuevo gigante ante Portugal. Paró el penalti a Moutinho cuando lo tenía que parar para volver a equilibrar la tanda. En la final, muy sobrio.
Arbeloa. 6 partidos (570 minutos). El patito feo de la Selección ha jugado mucho mejor de la controversia que genera en las redes sociales. Fiable, le tocó bailar con la más fea ante Ribèry y ante Cristiano Ronaldo. Paradójicamente, llegó a la final como el jugador sobre el que más faltas se cometían. Se acercó al gol ante Portugal. Tuvo criterio, profesionalidad y temple. Ante Italia secó a Cassano. Excelente.
Piqué. 6 partidos (570). A su mejor nivel, como en sus dos primeras temporadas ante el Barça. Su pareja con Ramos ha sido la mejor del campeonato. Sufrió en algún partido pero tuvo tablas y creció según avanzó la competición. Sereno en la tanda de penaltis ante Portugal. “Me gustan esos momentos de tensión”.
Sergio Ramos. 6 partidos (570 minutos). Soberbio. Líder de la defensa, su sangre fría y su carácter en el penalti ante Portugal quedarán para siempre como una de las imágenes de leyenda de la Selección. Ganó su pulso con Cristiano, al que incluso derribó en un hombro con hombro en la semifinal en una fotografía muy simbólica. En la final volvió a lucir su potencial. Maduro, con carácter, físico y fútbol, está en el mejor momento de su carrera.
Jordi Alba. 6 partidos (570 minutos). La revelación de la Eurocopa se ha consagrado como futbolista en la Selección, mientras se cocía su fichaje por el Barcelona, concretado sólo días antes de la final. Asistió a Xabi Alonso en el primer gol ante Francia y estuvo sobresaliente ante Portugal. Ese día también asistió a Iniesta en la prórroga aunque Rui Patricio evitó el gol. Rapidísimo, ha subido con criterio. Lo que más ha asombrado del lateral ha sido su grado de competitividad. Su galopada en el gol que marcó en la final quedará para el recuerdo. Una bala.
Xabi Alonso. 6 partidos (545 minutos). Su mejor torneo en la Selección. Empezó discutido (en el partido ante Italia), justo como Sergio Busquets en el Mundial. Sobrio, sostuvo al equipo y coronó su partido cien como internacional con dos goles ante Francia. Se soltó en el disparo e incluso intentó en un par de partidos con una de sus especialidades: la sorpresa desde el centro del campo. No le salió por poco. Su único punto negro fue el penalti fallado ante Portugal en la tanda decisiva.
Sergio Busquets. 6 partidos (570 minutos). Impecable. Guardaespaldas de Xabi Alonso, muchos de sus compañeros ya le han calificado como uno de los jugadores más tácticos con el que han jugado. Inteligente, sabe qué hacer en cada momento. Jugador para muchos años en la Selección.
Xavi. 6 partidos (536 minutos). El arquitecto de la idea, el hombre en el que Luis Aragonés cimentó esta idea de triunfo de la Roja, ha notado la fatiga de la temporada, el paso del tiempo y el tener que jugar tal vez, un pastito más delante de su sitio ideal. Sólo ha estado al nivel de la Euro de 2008, cuando fue MVP, en la finalísima, pero dio pausa cuando el equipo lo necesitó y dejó un par de pases de alta escuela. El mejor el que le regaló a Jordi Alba en el 2-0 de la final. Otro, el que le dio a Cesc ante Croacia. Suma su título número 23. Futbolista de leyenda.
Iniesta. 6 partidos (550 minutos). Otra de sus explosiones definitivas como uno de los mejores del mundo. A un nivel superior en la primera fase, sufrió algo más los rigores del físico en cuartos y semis aunque en la prórroga ante Portugal volvió a echarse a la Selección a la espalda. En la final estuvo espectacular. Con la chispa de siempre. Es el líder futbolístico. Sus fotografías, rodeado de contrarios, también han dado la vuelta al mundo. Lo dijo Riquelme: “Messi es el más grande pero el que mejor juega es Iniesta”.
Silva. 6 partidos (406 minutos). Ha preferido el bien del conjunto al individual. Su mejor aportación fue el golazo ante Italia en la final. En el torneo arrancó como un tiro, con tres asistencias y un gol en los dos primeros partidos. Luego también acusó el solidario trabajo que hizo en defensa. Sin embargo, Del Bosque sí mantuvo esta vez sus galones, superiores a los del Mundial de Sudáfrica.
Cesc Fábregas. 6 partidos (315 minutos). El nueve falso volvió a hablarle a la pelota antes de lanzar el quinto penalti ante Portugal. Y, otra vez, su imagen abrazando a Casillas en la semi es la del éxito. Definió a la derecha de Rui Patricio como lo hizo en 2008 a la derecha de Buffon. Pero su Eurocopa fue más que esos dos penaltis. Llegó lesionado a la concentración pero Del Bosque lo vio fino y le dio la camiseta de titular ante Italia. Marcó el 1-1 y también ante Irlanda. Autocrítico, dijo que ante Portugal estuvo “fatal”, pero sin ser su posición ideal (en el Barça no es falso nueve sino llegador) le ha dado cosas a la Selección. Cuestionado al principio, ha terminado alabado por la crítica. En la final hizo un partidazo y le dio el gol a Silva.
Fernando Torres. 5 partidos (189 minutos). Cogió el tren a última hora de la Eurocopa, pero pronto se debatió sobre su titularidad. Fue suplente en el debut y, cuando salió, falló dos goles cantados ante Italia. Sin embargo, aportó frescura y desmarque y Del Bosque se lo premió con la titularidad ante Irlanda. Hizo dos goles, estuvo algo más desafortunado ante Croacia y desapareció del equipo en cuartos y semis. En la final, sin embarg, volvió a salirse con Italia destrozada. Hizo un gol y asistió a Mata. Y ha sido Bota de Oro del torneo.
Pedro. 3 partidos (91 minutos). Como en el Mundial, Del Bosque se lo guardó en secreto hasta cuartos. Jugó minutos de mucha calidad ante Francia y una prórroga de categoría ante Portugal. Contra Italia volvió a dar velocidad y movilidad al equipo con el rival cansado. Ofreció chispa, intensidad, desmarques al espacio y una excelente capacidad para retener el balón y dar salida a un equipo cansado.
Navas. 3 partidos (114 minutos). Del Bosque lo considera un jugador de momentos y como tal actúa. Su capacidad para convertir cada acción en la banda en una jugada de peligro o para trasladar el balón muchos metros cuando los partidos se rompen es muy valorada por el técnico, que considera que da mucho respiro al grupo cuando los partidos se han roto. Le faltó algo más de gol, que logró ante Croacia y que rozó ante Italia y Portugal. Ha demostrado una capacidad competitiva excelente que le hace un fijo para próximas convocatorias.
Negredo. 2 partidos (55 minutos). Suplente desde el principio cuando se le esperaba titular en el debut ante Italia, Del Bosque sorprendió a todos alineándolo en el once de gala ante Portugal. Se pegó con Bruno Alves y Pepe hizo alguna jugada de mérito y acabó exhausto. Pero Del Bosque valoró su trabajo. No se acercó al pero dejó a los centrales maduros para la prórroga.
Javi Martínez. 1 partido (25 minutos). Del Bosque lo utilizó marginalmente para dar descanso a Xabi Alonso en el partido ante Irlanda. Tendrá un papel protagonista en los Juegos pero no en la Eurocopa. Fijo para las próximos años, está llamado a ganar protagonismo en la fase de clasificación para el Mundial 2014. Hace grupo, genera buen rollo y Del Bosque se lo agradece a él y a su compañero de equipo, Fernando Llorente. Hay que estar atento a su futuro en los próximos días, puede volar al Bayern de Múnich.
Cazorla. 2 partidos (16 minutos). Cuentan que se le vio algo decepcionado en la concentración porque esperaba tener más oportunidades. Algunas voces pidieron su entrada por el bajón físico de Xavi, pero para Del Bosque el barcelonista es intocable. Salió unos minutos ante Croacia para dar toque y asegurar la posesión. Estupendo futbolista que ha dado con una generación de jugones que le impide estar más minutos. Pero es fijo en el grupo.
Mata. 1 partido (cinco minutos). Jugó unos minutos pero hizo un gol histórico que permite ser a España la Selección que ha ganado una final con más holgura. Después de ser el jefe del campeón de Europa, se esperaba más protagonismo en el futbolista del Chelsea. Su caso, como el de Cazorla, es delicado. Es el recambio natural de Silva y su estilo responde más al de jugador de noventa minutos que de revulsivo. Estará en los Juegos con permiso del Chelsea y ahí será el jefe. Y en el Mundial 2014 tendrá su gran oportunidad.
Llorente (no ha jugado). Bielsa lo exprimió durante la temporada y el riojano llegó fundido. Los técnicos comprobaron en la preparación que su estado no era el ideal y careció de protagonismo. Llorente, básico en el Mundial y en partidos de la clasificación como el de Escocia, tiene sitio asegurado pero necesita de su mejor estado para jugar.
Albiol (no ha jugado). Disputó unos muy buenos partidos en la preparación ante Serbia, Corea y China que le rehabilitaron, para empezar, como futbolista y abrieron una puerta a una posible titularidad ante Italia por las dudas ante el estado de Piqué. Pero el catalán llegó finísimo y Albiol, pese a estar preparado, no ha tenido que cubrir ninguna sanción. En esos amistosos se demostró que muy probablemente su necesidad sea jugar con más continuidad para seguir contando en las listas de Del Bosque.
Juanfran (no ha jugado). Los partidos de preparación invitaban a pensar en un posible competidor de Arbeloa pero Del Bosque, inasequible ante las presiones, firme, apostó por el madridista aunque dijese con esa transparencia que le caracteriza que algún día había estado “regular”. Para Juanfran estar en la Eurocopa ya era un premio a un sprint final brillantísimo de temporada. Su reto ahora es seguir yendo.
Valdés (no ha jugado). Acusado de mal suplente durante muchos años como excusa para justificar su ausencia de la Selección, no ha tenido minutos pero su comportamiento ha vuelto a ser ejemplar. Defendió a Del Bosque en todas sus comparecencias ante la prensa y colgó numerosas fotos en twitter antes y después de los partidos en un ambiente de complicidad que demuestra su implicación a pesar de no tener minutos. Su desgracia ha sido vivir en el mismo tiempo de Casillas, pero espera su oportunidad.
Pepe Reina (no ha jugado). Su trabajo está por llegar. En el escenario de La Cibeles también hace falta un número uno y Reina lo es. Ya sin ironías, el pegamento de la Selección sigue siendo un bastión fundamental para el grupo. A Reina, como a Valdés, le gustaría tener más oportunidades. Sin embargo, acepta que le ha tocado vivir este tiempo. Malo para ser titular, pero el mejor para levantar títulos que están también en su palmarés y que también son obra suya. Porque aparte de gran portero es un elemento bisagra decisivo en una Selección que pasó los peores momentos.