"Hice los cuernos diciendo: 'Es fútbol, no un ruedo"

¿Cómo le va la vida?

Estoy bien. El año pasado dejé de entrenar a un club pequeño cercano a Múnich y ahora disfruto de la vida.

¿Vio el partido de ida?

Fue apasionante. Me impresionó el Madrid para mal. Desde luego, no fue el mismo que ante el Barça. Dio por bueno el 1-1 y se equivocó.

¿Le parece mejor equipo el Madrid o el Bayern?

A mí me parece que el mejor equipo del mundo es el Barcelona (risas).

¿La peor línea del Bayern es la defensa?

Los dos centrales son muy, muy jóvenes, pero son internacionales. El lateral izquierdo es Alaba, que con 19 años también es internacional con Austria, y Lahm está en la derecha con unos 80 partidos con Alemania No es para tanto. Es más problema que Schweinsteiger no esté al cien por cien.

¿Es Schweini un referente?

Debería serlo normalmente, pero ha tenido una mala temporada de lesiones. Lo tiene todo, es bávaro, llegó al club con 14 años, pero

¿Pero?

Creo que ese es el problema del Bayern, que necesita un líder. Normalmente el líder es Bastian, como hace unos años lo fue Effenberg o Kahn. Ahora tenemos un equipo muy fuerte pero no hay un gran líder.

¿Quién lo era en su época?

Primero Paul Breitner, luego Rummenigge y luego yo.

¿Usted?

¡Fui siete años capitán!

¿Recuerda sus partidos contra el Madrid?

Sí Jugué seis o siete Algún Bernabéu Cup (Trofeo Bernabéu), un amistoso que fue un 9-1 y dos eliminatorias de Copa de Europa.

Vayamos a la primera, la semifinal: 4-1 en la ida.

En aquel partido Juanito pisó a Matthäus. Fue un choque durísimo. Fue expulsado, como yo en la vuelta del Bernabéu.

¿Qué pasó con usted?

Vi roja en el minuto 30 por un encontronazo con Hugo Sánchez. Sentí que me pisaba e hice un gesto como tantos en mi vida, un pequeño cachete, de rabia, nada peligroso, pero al línea le pareció que fue una agresión y avisó al árbitro. Se montó una buena. Pero lo peor para mí fue la hora que me pasé en el vestuario. Escuchaba a la gente gritar, rugir... Todo me parecía gol para ellos. Recuerdo que sólo había un señor al que le preguntaba el resultado y no entendía nada. Fue una de las peores sensaciones de mi vida.

Y antes de irse enseñó los cuernos... ¿Por qué?

Fue un gesto instintivo. No recuerdo bien aquello, más que por las fotos, pero sí otros que enseñé en el 4-1. El Madrid había hecho seis faltas seguidas. Alguien me entró con la pierna a la altura de la rodilla, y cuando me levanté le hice ese gesto como diciendo: "Esto es fútbol, no un ruedo".

¿Cómo era Hugo Sánchez?

Era increíble. Si te dormías cinco segundos estaba ahí y marcaba. Y no paraba de hablar en el campo. Me volvía loco.