De aplausos a pitos

El Valencia arrasó durante 80 minutos y se dejó llevar de más en los últimos diez. Mestalla pasó de los aplausos a los silbidos en un abrir y cerrar de ojos. El resultado cosechado ayer no se puede tildar de malo, en absoluto, pero cuando todo hijo de vecino che se veía en cuartos de final... llegaron los goles de Toivonen y Wijnaldum. Los 90 minutos de eliminatoria que quedan por disputar la próxima semana en Eindhoven dejaron de ser un trámite para convertirse en un marrón. En verdad el Valencia demostró ser muy superior al PSV, aunque tranquilo ya no puede viajar vista la caraja de los últimos minutos.

Relatemos la parte en la que lo bordó. Cuanta razón tenía Maduro. Decía el holandés en AS: "La llave de la eliminatoria estará en hacerle daño a sus laterales". Añicos les hicieron. Sobre a todo a Willems. Pobre chaval. Menos mal que tiene solo 17 años y tiempo para aprender a defender, aunque tardará lo suyo en olvidar lo que sufrió anoche en Mestalla. En verdad Fred Rutten le hizo un favor cuando en el minuto 34 paró la música y suspendió el baile a su chico. Pero para cuando lo hizo el Valencia ya llevaba dos goles de ventaja, obra el primero de Víctor Ruiz tras excelente acción de Pablo y el segundo de Soldado, quien rompía su mala racha con el Valencia (no marcaba desde enero).

A Unai la pizarra le podía haber quedado niquelada. Las rotaciones, también. La movilidad de Pablo, Piatti y Soldado propició que los holandeses se mirasen sin saber muy bien a quién tenían que atar en corto. Y entre tantas dudas, los laterales, Barragán y Mathieu, campaban a sus anchas, sobre todo el sevillano. Barragán, a quien como juega tan poco aún le acompaña el cartel de cara nueva, se hizo amo de la banda derecha. Además Parejo siempre le encontraba. Otro, el de Coslada, que también aprovechó la velada europea; como Piatti, el mejor por su constancia. Lástima la lesión de Ricardo Costa, el único lunar que tenía el partido para los blanquinegros... hasta el pardillo penalti que cometió Mathieu.

Soldado había transformado el tercero de pena máxima y Piatti sumó el cuarto tras precisa asistencia de Parejo. Parecía que el quinto también caería. Lo tuvo Soldado (a quien además le hicieron otro claro penalti no señalado), Bernat, Parejo y cerca del doblete Piatti. Pero como la renta de cuatro no estaba mal se confiaron.

Desaguisado final.

Mathieu dio luz a la oscuridad del PSV. Penalti absurdo. Con un canto en los dientes se daban los de Rutten con el gol de Toivonen, pues más cuando Wijnaldum, en el único error de Barragán, puso el definitivo 4-2 y encendió la mecha de Mestalla. Calentita está la gente con el equipo y a la mínima hace notar su malestar.

Costa, lesión en los isquios

Ricardo Costa, que regresaba al equipo tras recuperarse de una lesión sufrida en Barcelona, tuvo que retirarse en el minuto 23 por un pinchazo en la zona de los isquios. Se someterá a pruebas en las próximas horas.