Pahíño, ariete implacable que leía libros de Tolstoi

En su piso de Chamartín se apilan tratados sobre el marxismo y libros de Tolstoi y de autores comunistas. Manuel Pahíño (Vigo, 1923) desafió la rigidez de la España que le tocó vivir leyendo autores de izquierdas en las concentraciones de Celta, Madrid, Deportivo y Granada. Pero no fue su ideología (por la que se quedó sin ir al Mundial de Brasil), sino sus goles, los que le hicieron famoso. Tuvo el mejor promedio en Liga en la historia del Madrid (108 goles en 124 partidos) hasta que llegó Cristiano. Vistió de blanco del 48 al 53 (124 tantos en 144 encuentros). Llegó desde el Celta (56 goles en 82 partidos), en el que fue declarado en rebeldía para imposibilitar su salida, muy a pesar de Ricardo Zamora, entonces su técnico. Se entrenó sólo en la playa de Samil hasta que supo por la Prensa que había fichado por el Madrid. Fue Pichichi en 1952 (28 goles), repitiendo lo que hizo en el Celta en el 48 (20 tantos). Pero no jugó junto a su querido Di Stéfano. La Saeta llegó y él salía. Quería tres años de contrato y Bernabéu tenía la norma de que con más de 30, se renovaba por uno. Fue al Depor (46 goles en 72 partidos) antes de terminar su carrera en Granada. Allí dejó el fútbol tras caerle 12 partidos por revolverse con un contrario. Pahíño entendió que fue una decisión política.