El regreso de Scholes refleja la crisis del United

Dice Rooney que no se enteró de que Scholes había sido recuperado por Alex Ferguson hasta que vio un par de horas antes del encuentro ante el City la fotocopia de la convocatoria. Puede ser, pero el rumor surgió el viernes y desde entonces se debate la necesidad real del Manchester United de contar de nuevo con un futbolista de 37 años y que el año pasado sólo jugó partidos menores con excepción del homenaje que Ferguson le dio al sacarle ante el Barça en la final de la Champions.

"Cuando lo vi en el banquillo me pareció increíble", dijo Mancini el sábado y sir Alex cuenta con ese factor psicológico además de añadir un líder a un equipo que ha perdido fuelle: aunque está a tres puntos de su mejor inicio de la historia, eso dice más de la Premier que del potencial real del United. Se insiste que el Manchester no tiene nada que perder pero en realidad la decisión de Ferguson, recibida con entusiasmo por Scholes, expone algunos de los problemas del United, tanto a nivel deportivo como empresarial.

Palo. Las lesiones o la baja forma de sus centrocampistas sugerían la necesidad de nuevas caras, pero, ¿qué pensarán Pogba o Morrison, dos canteranos del Manchester que creían tener opciones de alcanzar la titularidad?

Por otro lado, queda claro que el United ha pasado de comprar suplentes por 20 millones a no poder competir en el mercado (el pasado verano no pudo pagar el sueldo que pedía Sneijder). Las deudas que los Glazer impusieron al club tras adquirirlo pasan factura. Finalmente, descubre una falta de planificación sorprendente: ni se reemplazó a Scholes ni se fichó un centrocampista defensivo que pudiera cubrir bajas.

El exinternacional había pasado estos meses entrenando en la cantera del Manchester y jugando con sus amigos. Cada vez más. Tanto que hace unas semanas empezó a entrenar regularmente con el equipo reserva.