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Liga BBVA | Atlético de madrid 0 - Betis 2

Manzano pide el finiquito

El Betis ganó bien a la contra. Con 0-1, el técnico quitó a Arda y Diego e indignó a la grada. Pozuelo: gol y roja injusta. Gran Casto El Atleti, sin rumbo

<b>12:00. </b>Atlético y Betis intercambian saludos antes de comenzar el partido. La soleada mañana en Madrid animó a muchos aficionados rojiblancos a ir al Calderón.
12:00. Atlético y Betis intercambian saludos antes de comenzar el partido. La soleada mañana en Madrid animó a muchos aficionados rojiblancos a ir al Calderón.

Con 0-1 en el marcador y 20 minutos por jugar, Manzano decidió que lo mejor para remontar el partido (y quién sabe si salvar la cabeza) era quitar del campo a sus dos mejores futbolistas, Arda y Diego. Sobre el césped quedaron cuatro defensas y dos mediocentros (tres si contamos a Koke, uno de los que entró, el otro era Reyes). Obviamente, el Calderón, bastante manso hasta entonces, se lo tomó como una provocación y estalló. La sensación fue que Manzano estaba haciendo historia al pedir el primer finiquito televisado en directo de la historia. Esta crónica de una muerte anunciada se acerca a su antinaturalmente retrasado desenlace.

Con 0-1 en el marcador y 18 minutos por jugar, Mel decidió que lo mejor para sentenciar el partido (y poner fuera de peligro su cabeza) era quitar del campo a su mejor centrocampista (Beñat) y meter un delantero más. Resulta curioso qué pocas palabras hay que cambiar para exponer dos visiones del fútbol y de la vida tan opuestas como las de Gregorio Manzano y Pepe Mel. Dudas y conservadurismo contra fe y riesgo.

Porque, nada más hacer el cambio de Santa Cruz, el árbitro expulsó injustamente a Pozuelo. Donde tantos hubieran reculado, el técnico del Betis se mantuvo firme y tuvo premio. Como cuando, con el agua al cuello, decidió seguir sin utilizar los fichajes que le había impuesto el club y jugársela con el bloque del ascenso y con la cantera. Los goles de Rubén Castro al Valencia y el de Pozuelo (hay jugador ahí) ayer le han concedido dos triunfos reales y morales. El Betis respira y debe hacerlo con el pecho bien hinchado. De orgullo.

Y eso que la mañana prometía un final diferente. Arrancó el Atleti soleado, con Juanfran de lateral ante un panorama mucho más propicio para él que aquella encerrona de Granada. A los tres minutos, sacó el extremo que lleva dentro y le puso un centro perfecto a Falcao que el colombiano cabeceó fuera en un error impropio de él. Y a los 6', otro buen centro, este de Diego, y otro extraño fallo de Falcao en el remate, algo más complicado que el anterior, pero también asequible para un goleador de su pedigrí.

El Betis fue despertando de la mano de Beñat y Juanfran tuvo que aparecer de la nada para evitar el gol de Rubén Castro tras el primero de los resbalones fatales de Domínguez. Hasta el descanso, el Atleti siguió mandando y llegando gracias a Diego y Arda, pero Casto empezaba a calentarse, rumbo a una mañana inmaculada.

Mazazo.

Del vestuario regresó un Atleti tenso y Pozuelo tardó 10 minutos en ponerle histérico. Buen pase de Rubén Castro, Domínguez que vuelve a patinar y el canterano define como un veterano. Buen gol y empezó la tormenta. La grada señaló al palco hasta que los cambios alucinantes de Manzano centraron las iras en el técnico. Y el Atleti se paralizó hasta que la roja a Pozuelo le permitió ejercer un asedio por inercia. Dio igual.

Falcao estaba cegado, Casto inspirado (paradón magnífico a contrapié en un cabezazo de Adrián) y el Betis aún se permitió el lujo de hacer el segundo, con diez, en un doble remate de Santa Cruz. Punto final y Manzano contando las horas, mientras el Atlético sigue dando tumbos camino de ninguna parte.