Petardazo del Murcia ante un Alcorcón muy superior

Jugar peor a como lo hizo el Murcia en la primera parte es complicado. Al menos en el fútbol profesional. Ante el Alcorcón los grana firmaron los peores minutos en el año y medio que lleva Iñaki Alonso en NC. Un Murcia irreconocible, sin sus señas solidarias de identidad, pesado, perdido, plano, a merced de un Alcorcón que cogió el testigo de los niños del Barça (debe ser cosa de fumigar el vestuario visitante) y que desde el saque inicial dejó en evidencia a los grana. Saúl de salida le dejó su tarjeta a Marín (el chaval luego fue de lo mejor). Sales por la otra banda ídem de lienzo. Por el centro Mora y Sanz parecían Iniesta y Xavi y es que el Murcia ni la veía. Al despelote contribuyó el experimento de Alonso (dejando en el banquillo a Richi e inventando un centro del campo 'invisible' con Emilio, Galder e Iturra). A los dos de arriba no les llegaban balones y los pocos que surgían de pelotazos Chando y Cristian los perdían torpemente. Los alfareros llegaron al descanso con menos marcador (sólo el golazo de Miguélez) del merecido. De haber estado Quini, fue de lo más flojo del 'Anquela Team', quizás el partido se podía haber ventilado al entreacto. Y eso, ese marcador, ese 0-1, estar a tiro de gol era lo único a lo que agarrarse.

Rusito, ¿por qué?. Probablemente si Iñaki hubiera podido, hubiese cambiado a los once (lo mismo hasta se hubiese cambiado a sí mismo). Sacó a Isaac buscando velocidad y Jové se la dio. En dos minutos, en dos llegadas, el Murcia hizo más que en toda la primera parte. Parecía que el viento cambiaba, que había lugar para la gesta, a eso también contribuyó el Alcorcón que se tiró atrás... pero llegó la roja al Ruso. Un balón al que no llegaba ni en moto y un planchazo tan peligroso como evitable. Ahí se le acabó el partido (si es que llegó a tenerlo alguna vez). Iñaki metió a Richi, luego a un Sutil obcecado en arreglarlo sólo y demasiado irascible, tiró a Iturra de central pero sin generar apenas ocasiones. A la contra Montañés firmó una vaselina de lujo y al hoyo. Paso atrás, tercera semana sin ganar y lección para todos: para Iñaki y para sus jugadores.