El Guadalajara baja de la nube en 20' al Córdoba

Como si fuera un ballet ruso, el Deportivo Guadalajara crece en su juego cuando juega como un equipo. La solidaridad le hace sentirse dominador de todas las aristas en el balompié, cimentando sus éxitos en una primera línea de presión que deja sin ideas al equipo rival. Con esa filosofía intacta, los alcarreños regresaron a la senda de la victoria ayer ante un Córdoba que olvidó su excelente momento de juego. Y no fue porque no lo intentara, sino porque el equipo de Carlos Terrazas supo pelear cada jugada hasta que el cuadro de Paco Jémez entró 20 minutos en melancolía que a la postre fueron decisivos en el resultado final.

Ambos conjuntos se intercambiaron aproximaciones hasta la media hora, aunque la inercia era mayor para los alcarreños. Ya en el minuto 31, llegó el gol. Ernesto habilitó a Jonan en un pase al hueco para que el mediocentro pusiera con el exterior un pase al área que Rodri empalmó a la red. Sin tiempo para reaccionar, el Guadalajara mató un poco más al Córdoba. Ernesto robó en la presión un balón a Gaspar y batió por alto a Alberto García en su salida.

Con 2-0, el Córdoba, fiel a su atrayente estilo, rondó el gol en media docena de buenas ocasiones, pero fue Aníbal el que sentenció el partido en el minuto 69 hasta dejar en anécdota el tanto de Pepe Díaz al filo del final de la contienda, que recompensó la valentía de los cordobeses con el duelo resuelto desde el minuto 69. Pero cuando los ballets corales funcionan, ni la insistencia se ve recompensada.