El Callejón de la 10ª

Sentimiento vikingo. Media hora antes de empezar la enésima exhibición (setibición en este caso), me encontraba en el santuario madridista de la cafetería California cuando sucedió algo que me emocionó. Se me acercó un tipo de aspecto fuerte y rasgos eslavos, acompañado de su hija. Se llama Gregor Grigoryan, es natural de Armenia y lucía una camiseta que me llegó al alma. Llevaba este eslogan: "Yo he nacido armenio para morir merengue". Tiene un bar en Alcalá de Henares, Tu Casa, y dice que allí sólo se habla del Madrid. Se me abrazó llorando, con su hija Knarik cogiéndole de la mano, y me dijo al oído: "Roncero, en mayo voy a inaugurar una peña en Ereván, la capital de mi pequeño país. Sueño con que coincida con la conquista de la Décima en Múnich". Ése es el sentimiento de una afición que está enamorada de su equipo. Los primeros ocho minutos justificaron el esfuerzo de los 75.000 fieles que desafiaron a la crisis, la lluvia y el frío para no perderse el show. Los más rezagados entraron y ya vieron el 3-0 en el marcador electrónico. Fliparon. Y más cuando vieron que en el banquillo estaban Casillas, Pepe, Cristiano...

Vitamina Callejón. Mourinho guardaba un secreto. Cuando se subió a caballito a lomos de Callejón en Mestalla, le estaba inoculando al motrileño la poción mágica de la fuerza eterna. El que fuese en su día Pichichi del Castilla aprovechó la oportunidad que le dio su jinete favorito para dejar claro que este Madrid posee el mejor fondo de armario de Europa. La mejor plantilla de toda la historia del club. El chaval metió dos goles de killer y ensayó una vaselina rauliana que no acabó en orgasmo por los dedos milagrosos de Ivan Kelava, portero de noche que terminó magullado ante semejante tiroteo sobre su frágil guarida. Callejón es un canterano pródigo. Volvió hecho un hombre y dignificó con su actitud de acero la figura del suplente de oro. Chavales así hacen equipo, hacen grupo, alimentan proyecto ganadores...

Karim & Pipita. El doble 9 fascinó con su actuación. A falta de Cristiano, la alineación simultánea del francés y del pseudofrancés (Higuaín nació en Brest, aunque luego se crió en Argentina) nos permitió ver una actuación en 3D que a estas horas habrá dado la vuelta al mundo. Qué manera de asociarse, abrir espacios, presionar, moverse con balón, sin él, armando la pierna en milésimas de segundo, imaginando paredes imposibles, sombreros y chilenas asombrosas (Benzema, si eso entra te saco a hombros del Bernabéu)... Ojalá jueguen juntos más veces. Qué fieras.

Afición 'happy'. Mi amigo Juanfran Chelle (un presidente de peña ejemplar) y los vikingos de Casas Colgadas (Cuenca), Medina de Rioseco, Remate de Tetuán (Marruecos), Cacereña, Olaf, Lleida y Vilanova del Camí no caben en sí de gozo. Atleti, imagínate lo que te espera...