Tuvo que ser Xumetra

El guión del Elche-Depor terminó dándole la razón a Xumetra. Héroe y villano en la misma historia, según se mire desde un lado u otro. Encendió la chispa del partido en AS, tras dejarse llevar por un arranque de sinceridad a la hora de definir el fútbol de su rival, y terminó saliendo por la puerta grande del Martínez Valero con un gol de bandera que sentenció un encuentro con aroma a Primera División.

Al Depor se le esperaba enrabietado, herido en su orgullo, pero pareció salir decidido a justificar las palabras del extremo catalán en la semana del partido. Los de Oltra comenzaron fríos, sin apenas dar señales de vida. Sólo Guardado y Lassad, caras nuevas en el once, mantuvieron el pulso. El Elche llevó el partido en el primer acto por el camino que quiso. Presionó la salida de balón en campo contrario y no dio una jugada por perdida. En cada batalla, los ilicitanos salían victoriosos. Al Depor sólo le quedaba esperar alguna jugada aislada para aprovechar su calidad. Guardado la tuvo en una falta, pero Juan Carlos se la sacó de la escuadra.

Doble golpe.

La eficacia esta vez la explotó el Elche que, en tres minutos, encarriló el encuentro. Primero Nicki Bille habilitó a Ángel, que rompió el fuera de juego y batió cruzado, con la ayuda del palo, a Aranzubia. Y a continuación, un córner botado por Palanca lo cabeceó Acciari, en el primer palo y sin oposición, a la red. Antes del descanso, Palanca para los locales y Lassad y Aythami para el Depor pudieron variar el decorado.

Oltra echó mano de Bruno Gama para virar el rumbo del encuentro. Y lo consiguió. El dominio pasó a ser blanquiazul. La desventaja ya no parecía un muro infranqueable. El Depor se creció y Guardado, con un latigazo con la zurda, desde la frontal, hizo creer en la remontada. Más aún con la entrada de Valerón. El Depor se la jugó con tres atrás. El mediapunta canario comenzó a trazar finos y acertados toques con el círculo central como eje. La réplica de Bordalás fue quitar un delantero para dibujar un trivote con Luque en el vértice.

En plena partida de ajedrez, Lassad tuvo premio a su insistencia y logró el empate. Ahí la victoria parecía más cerca de A Coruña. Pero apareció Xumetra. Tuvo que ser él. Cuando peor estaba el Elche, el catalán irrumpió como un ciclón por la derecha para sentar a cuantos rivales le salieron al paso, se internó en el área y, tras apoyarse en Ángel y sortear a Aranzubia, disparó su zurda para romper las mallas. Aún quedaba partido y, sobre todo, un protagonista más: Mariscal Sánchez. El colegiado andaluz no vio unas manos claras de Pelegrín en el área en el tiempo añadido y anuló, por fuera de juego, un gol a Bruno Gama. Un final accidentado para un partido de Primera.