LIga de Campeones | Genk 0 - Valencia 0
De bruces ante un muro
El Valencia tuvo la pelota, aunque le faltó pegada
El Valencia sumó un punto en Genk que sabe a poco, no porque hiciera méritos como para golear sino por la valía que tienen de cara a la clasificación. No van a ser los belgas un rival para Chelsea, Bayer ni Valencia en la pelea por estar en octavos aunque sí la mosca cojonera que les pueda dejar fuera.
El Valencia se hartó desde el inicio de balón y careció de velocidad. Durante 45 minutos fue de cara en sus ataques, sin engaños y contados desmarques. Parejo no entró en el partido hasta después del descanso y cuando Banega recibía en zona de crear peligro tenía que regatear a dos antes de poder dar un pase. Y los del Genk tan contentos. Porque los belgas plantearon un partido a verlas venir. Se encerraron en su campo y si sonaba la flauta y pillaban un contragolpe bien, y si no también. La Champions les viene grande y lo asumen. Pero tuvieron al Valencia donde querían, dando vueltas alrededor de su área con el balón en los pies pero sin hallar ese pase, esa pared que da valor a lo de tener la posesión.
Durante la primera mitad los de Unai tuvieron el 65% del tiempo el balón. De provecho, poco. Y aún así, Víctor Ruiz (parece que lleve de blanquinegro desde antes de irse al Nápoles) y Piatti dispusieron de sendas ocasiones para romper el cántaro del Genk. Al Valencia le faltaba un revolucionario, alguien que rompiera con el guión del partido y con el muro de Mario Been. Trató Piatti de serlo, al menos lo intentó dibujando algún desmarque que no cuajó por el pasador en cuestión, pero al argentino siguen sin salirle las cosas como quisiera pese a su empeño.
Cambio de dibujo.
Emery no introdujo cambios de primeras tras el descanso y continuó confiando la suerte del equipo al 4-3-3, aunque más que al dibujo en sí encomendó la fortuna blanquinegra a que entre Parejo y Banega pillaran de una vez la espalda a los mediocentros del Genk y poder así sorprender como hasta entonces no lo hacían. Pero sólo una vez lo lograron, precisamente en un contragolpe que inició y resolvió Parejo, pero Köteles evitó el gol.
A Emery le costó mover ficha, pero tuvo que hacerlo porque quería ganar. Pasaban los minutos y el Valencia no tenía forma de meterle mano a los belgas. Ni tan siquiera con la entrada de Aduriz y jugando por ello el último cuarto de hora con dos puntas. Al contrario, por momentos incluso los del Genk se vinieron arriba y tuvo hasta que aparecer Alves. Tiene dos buenos porteros Emery en sus filas y normal que les quiera dar bola, porque si Guaita salvó la victoria ante el Atlético, ayer el brasileño lo hizo en el empate ante el Genk. Hablar del portero-salvador como epitafio de la crónica che ante la cenicienta de su grupo dice poco para bien, la verdad.
El detalle: Miguel jugó sin problemas
El portugués acusó en la víspera un proceso alérgico, pero tras dos pinchazos en el avión se recuperó. Emery se decantó por Miguel, ya que mejoró su salud ayer por la mañana. El lateral ha pasado de estar apartado a jugar dos partidos de titular.