Mundial femenino | Japón las espera
EE UU se vuelca con la tercera final de la selección femenina
No se fían de la calidad nipona
Una reciente portada de la revista Time se preguntó con mucho éxito "¿por qué las mujeres hacen todo bien?" Y en el fútbol estadounidense parece que las mujeres lo hacen todo bien. En un momento de crisis en EE UU, hay un grupo de jugadoras, grandes, forzudas, algunas muy guapas, otras buenas deportistas, que se han convertido en las favoritas de un país que está más orgulloso que nunca de sus hijas.
Mañana EE UU jugará por tercera vez la final de un Mundial femenino y Barack Obama no podrá estar con ellas en Alemania. "Sería tan bonito que viniera pero comprendemos que tiene otros asuntos en la cabeza", ha declarado Abby Wambach, la delantera que intentará imponer sus 1,81 centímetros y sus 74 kilos de peso sobre la más diminuta defensa japonesa.
En un momento en el que dos Ligas profesionales como la NFL y la NBA están en lockouts por sus problemas laborales y que el humor del país está de perros, con 14 millones de desempleados, han llegado las chicas de Pia Sundhage, la entrenadora sueca que dirige al equipo estadounidense, y lo han cambiado todo.
Sundhage quería que su selección se pareciera al Barcelona pero "pronto comprendimos que nuestro público no entendía muy bien eso de pasar mucho, incluso para atrás, y marear al rival". Ahora llega la final y Japón: "Tenemos que tomar buenas decisiones porque en tiempo de posesión nos superarán", previene Sundhage, que sabe que las niponas tienen el balón más del 55 por 100 del partido de promedio. El sueño del tercer título mundial se acerca...