Final con caramelo

Gloria frente a reivindicación. Bajo ese par de premisas se puede resumir la pelea de esta noche en El Sardinero. Gloria es lo que busca el Athletic, que quiere volver de madrugada a Bilbao con el quinto o sexto puesto en el bolsillo para evitarse una molesta previa europea a finales de julio, y reivindicación la que propondrá un Racing dolido porque desde la zona noble del club no han hecho frente a los compromisos requeridos con el cambio de dueños. Unos jugarán por marcar un gol de éxito a su futuro y otros por evitar que se lo cuelen desde los despachos.

En cuestión competitiva, el único que expone algo es el Athletic, que el Racing llega salvado, pero cuando uno mete en juego el orgullo (esa es la motivación de los cántabros) las distancias siempre se hacen más cortas. La directiva del club santanderino ha llevado a cabo una política de precios populares y descuentos para abonados por lo que se supone que el campo estará a reventar. Es a lo que invita también el rival, un Athletic que va a jugársela y que levanta pasiones en Santander: y las mayores de ellas son contrarias a los intereses rojiblancos.

Con todo. Caparrós ha pedido a sus jugadores un último esfuerzo para cerrar el mejor año clasificatorio de las cuatro temporadas que lleva en Bilbao. Lo hizo el domingo, en la cena que siguió al controvertido empate con el Málaga, lo repitió en el entrenamiento del martes y volverá a hacerlo hoy en la charla que ofrecerá el hotel en el que almorzará y echará la siesta el Athletic.

Un esfuerzo para evitar una previa, ganar diez días de vacaciones y rehabilitar la candidatura del entrenador a seguir con García Macua después de la mala noche que tuvo tras igualar con el Málaga en la última cita en San Mamés.

Enfrente espera un Racing dolido por los cuatro costados que también saltará al campo con todo su arsenal. Los blanquiverdes, después del papelón de Gijón, huyen de una noche meliflua.

Marcelino tendrá mano dura y no permitirá la titularidad de Coltorti en su despedida como guardameta del Racing. La previa, eso sí, arrancará con la totalidad del estadio mirando al palco a ver quién aparece por la zona noble después de la última espantada de Alí Syed, que no estará en Santander.