Mancini y su salida fatal

Un lunes ante el Reading, Emmanuel Adebayor marcó el gol 1.000 del Arsenal en la moderna Premier League y su foto abrazado a Fábregas dio la vuelta al mundo. Dos de los proyectos triunfadores de Wenger, dos de los símbolos del nuevo Arsenal. Era noviembre de 2007, Adebayor se había hecho fuerte con la marcha de Henry y completó su temporada mágica como explicábamos aquí el jueves. Pero todo se estropeó poco a poco.

Adebayor pasó de ser imprescindible para Wenger a declarar antes de irse al Manchester City: "Tras una larga discusión con Wenger, me di cuenta de que me sugería marcharme. Si me quedaba, no jugaría". Lo cierto es que arrancó titular en la temporada, junto al danés Bendtner o Van Persie, e incluso en algún partido como único punta. Sin el gran brillo de la temporada anterior, pero con buen rendimiento en la Champions ante Oporto o Fenerbahçe, que eran los partidos que más contaban. Todo se torció en febrero con una lesión muscular en el derbi londinense ante el Tottenham, que le apartó un mes. Adebayor decidió marcharse a Togo para un partido de clasificación para el Mundial y, aunque Wenger no hizo declaración alguna, eso no gustó en el club, con el que había extendido su contrato poco antes pese a tener una oferta del Milán sobre la mesa.

Problemas.

En esa época se filtró que su traspaso al Milán había estado casi hecho, pero la obsesión de Berlusconi por Ronaldinho lo frustró. Algo se había roto en la relación Wenger-Adebayor y ya nada sería igual. No era aquel su primer problema con un técnico. Con el seleccionador togolés Stephen Keshi casi había llegado a las manos años antes, en un enfrentamiento en plena Copa de África en Egipto. Sólo días después de firmar por el Arsenal, Keshi le dejó fuera por su actitud de megaestrella y muchos de los futbolistas secundaron al técnico. Todo acabó con unas desafortunadas declaraciones de Keshi en las que aseguraba: "Lo que me ha hecho a mí no se lo hará a Wenger. Yo soy negro y Wenger blanco, por eso le tendrá más respeto". Años más tarde y tras el cese de Keshi como seleccionador, se acusó a Adebayor de provocar el motín. Los problemas con Wenger no llegaron a ese extremo, pero sí quedaba cada día más claro que dejaría el Arsenal. Ni el golazo de chilena que marcó en El Madrigal en cuartos de la Champions, ni el tanto en la vuelta en el Emirates cambiaron la historia. Adebayor fue titular en el tramo final de temporada, pero firmó por el Manchester City sin la más mínima oposición de Wenger. 25 millones de libras para uno de los traspasos del verano, en un Manchester City aún con Mark Hughes en el banquillo y dispuesto a tirar la casa por la ventana. Llegaron Tévez, Lescott, Barry y todavía se mantenía Robinho. Cuentan que la decisión final se tomó en caliente tras una dura derrota en pretemporada ante el Orlando Pirates sudafricano y por eso el Arsenal sacó más dinero.

Salida inminente.

Con Hughes todo empezó bien. Titular junto a Bellamy en el debut liguero en Blackburn con gol incluido, pareja a menudo de Tévez en ataque y único punta en el famoso partido ante el Arsenal en el que se recorrió todo el campo para cantar un gol en las narices de la hinchada gunner. Un gesto que no gustó a casi nadie y que el Arsenal no merecía. Titular casi siempre, al club le entraron las prisas y tras una derrota ante el Sunderland en diciembre, Mark Hughes fue destituido y llegó Roberto Mancini. Fue el principio del fin. Quizá consciente de su nulo futuro en el equipo y también producto de una relación demasiado tensa, el enfrentamiento Mancini-Adebayor se agudiza a inicios de esta temporada. Suplente en el primer partido de Premier ante el Tottenham, Adebayor explota. Baja su rendimiento y causa problemas en los entrenamientos. Mancini le acusa de fingir una lesión y Adebayor pidió formalmente al club que le hiciese unas pruebas en un hospital para demostrar la verdad.

Cuando Mancini declara públicamente su alegría por un presunto acuerdo de traspaso a la Juventus, el final está cantado. La llegada de Dzeko y la pelea con Touré en un entrenamiento, dos de los detonantes definitivos. Dos temporadas después de haber marcado 24 goles en el Arsenal, sólo juega como titular algún partido de la Europa League, uno de ellos con un hat-trick al Lech Poznan en el que sería su última gran noche de azul. El presente y su llegada al Madrid ya es conocida. Emmanuel Adebayor, su vida, su historia. La hemos contado aquí. Lo que venga depende de él...