Empate sin goles en la vuelta a Segunda de la Ponferradina

La Ponferradina no pudo sumar la victoria en su vuelta a la categoría de plata del fútbol español. Sí que lo mereció en los primeros 45 minutos del partido, pero la acertada actuación del guardameta Cabrero dio al traste con una maravillosa primera mitad de los jugadores de Granero, que por ocasiones debieron haber sentenciado el partido. En la segunda parte se equilibró el encuentro y al final el Huesca pudo llevarse el mismo, tras superar físicamente a la Deportiva.

El partido comenzó con un gol anulado al Huesca. El delantero visitante Roberto marcaba después de aprovecharse de un claro empujón sobre Alcaide. Precisamente fue esta jugada la que espoleó el juego blanquiazul, que desarboló al Huesca principalmente por las bandas, jugando al primer toque y no dejando en ningún momento crear fútbol a los de Onésimo.

Las ocasiones se sucedían en la portería de Cabrero. Primero fue Javi López y más tarde Máyor, pero la falta de definición de cara a la portería no alteraba el marcador del partido. A pesar de ello, la Ponferradina seguía insistiendo y, en el ecuador, llegó la ocasión más clara: un centro de Cristian fue cabeceado por Máyor y Cabrero sacó un mano prodigiosa que evitaba el tanto.

Esporádicamente llegaba el conjunto oscense entrenado por Onésimo ante el portal del guardameta Mackay, pero la Ponferradina seguía en su intento de marcar con acciones a balón parado de un acertado Iván Pérez.

En la segunda mitad se equilibró mucho el partido, dominado hasta entonces por la Deportiva. El equipo blanquiazul acusó el desgaste en una tarde muy calurosa en la capital berciana y este problema lo aprovechó bien el Huesca para imponer su veteranía en la categoría. El delantero Roberto tuvo una clara oportunidad, en la cual, tras ganarle la espalda a Candela, remató de cabeza y el balón se fue ajustado ante el portal berciano.

Al final, la Ponferradina supo sufrir ante las acometidas del Huesca para sumar un punto en un partido que dejó bastante satisfechos a los aficionados bercianos asistentes a El Toralín, que vieron los primeros esbozos de un equipo que sigue sin perder su identidad a pesar de haber ascendido a Segunda la pasada campaña.