Mundial 2010 | El perfil de Eduardo
Un rosario, el talismán del meta luso
Una de las claves de Portugal está en su fortaleza defensiva, que se personaliza sobre todo en su guardameta Eduardo. A sus 27 años, el meta se ha convertido en una de las referencias de la selección de Queiroz y heredero del emblemático Vitor Baia. Hace unas semanas, ante Camerún, batió su récord de imbatibilidad. Pocos saben que el secreto mejor guardado de Eduardo es el talismán con el que juega todos los partidos, un rosario que le regaló su madre hace años y del que no se desprende desde entonces. Nacido en una familia muy humilde, Eduardo atraviesa el mejor momento de su carrera tras una vida marcada por la muerte de su padre en un accidente de tráfico, cuando él tenía 10 años. Ambos iban a comprar unos guantes (siempre jugaba con unos prestados), pero no llegaron a su destino. Su padre falleció en el acto y él se salvó saliendo por una ventanilla del coche. Días después su entrenador le regaló unos guantes, diciéndole: "Piensa que te los ha mandado tu papá desde el cielo".