El Chelsea confía el doblete en la puntería de Drogba

La Copa pone el colofón a una temporada que devolvió cierta igualdad a la competición inglesa. De hecho, el partido de hoy desnuda algunas de las virtudes y debilidades de este fútbol. Se enfrenta el campeón de Liga, un Chelsea veterano revitalizado por Ancelotti, en la última aparición de un once que tendrá muchas novedades la temporada que viene, y el Portsmouth, un club que se dejó llevar por ambiciones superiores a las que podía manejar y hoy dice adiós a la élite.

El Chelsea de Abramovich, a punto de firmar de nuevo unos cuantos cheques, ante un Portsmouth que ha contado con cuatro dueños en un año y podría desaparecer debido a sus 150 millones de euros de deuda. Es también la primera vez en una final de Copa que se enfrentan el primero y el último de la Liga. Se verán las caras Ancelotti y Grant, el hombre que estuvo más cerca que nadie en la historia del Chelsea de ganar la Champions y que hoy se va a dar un homenaje antes de irse posiblemente al West Ham.

Drogba es un valor seguro. Ha marcado en las cinco finales domésticas que ha jugado. Él y Lampard han marcado más tantos que todo el Portsmouth. Los delanteros del Pompey son tímidos (sólo Piquionne y Dindane han superado los 10 goles). Si el Chelsea, que nunca ha obtenido el doblete, vence, será la tercera vez en cuatro finales de Copa, pero en su encuentro en Stamford Bridge, en diciembre, el Chelsea necesitó un penalti para batir por 2-1 a su rival. Era su 13 victoria en 14 partidos contra el Portsmouth. Pero la leyenda de la copa inglesa se ha escrito a partir de sorpresas.